Mohammed Mokaddem, el educador social y entrenador de fútbol durangués que busca superarse cada día
I. Gorriti
Mohammed Mokadden es un ejemplo de superación. Se cumplen ahora 15 años de su llegada desde su país natal Argelia a Euskadi. Residió en Bilbao, Barakaldo y desde hace 8 años vive en Durango, «el mejor pueblo de ellos en el que educar a nuestros hijos. Es un sitio tranquilo, lo profiero a los otros», subraya. El pasado abril ha sido su mes. Desde entonces, este educador social cuenta con el título de entrenador de fútbol estatal, UEFA y pro. Por ello, ya ha tenido una oferta de trabajo en su país de origen en la famosa academia Soccer Barcelona Algeria, surgida el 4 de diciembre de 2014 cuando uno entrenadores españoles empezaron a trabajar en el país norteafricano y poner en marcha ese sueño.
Mohammed (Orán, 1977) ha declinado la oferta por «por asuntos personales. No quiero ir y dejar mi familia aquí. En mi vida, la familia para mí es lo primero, lo más importante», argumenta quien entrena junto a su compañero Keoma al equipo juvenil durangués Ezkurdi A que ha concluido tercero en Liga. «Hemos acabado en el Ezkurdi con un trabajo muy bien hecho», valora y compara con la organización en los clubes de Euskadi y Argelia. «Aquí está todo más estructurado. Allí te cuesta más todo y además cualquier persona con un cargo cualquiera puede decirte lo que tienes que hacer. En el Ezkurdi estoy muy contento, le ponemos muchas ganas y me lo paso bomba entrenando. Aprendo de los chavales de 17 y 18 años cada día», agrega.
En abril, además, comenzó a trabajar en una casa de acogida de menores no acompañados en Gipuzkoa. «Antes ya estuve en otra de Artxanda. «Ha sido gracias a una amiga de Landako eskola y en breve comenzaré a estudiar para que me convaliden las asignaturas necesarias a mis estudios de educador social hechos en Argelia, país en el que jugó como futbolista en un equipo filial del Mouloudia Club d’Oran (MCO) capitalino, como centrocampista y central.
Cada día es un reto para él con el objetivo de ser una mejor persona y más preparada. La lista de cursos en los que ha tomado parte le avalan: de fútbol, de albañilería, de jornadas de emigración, técnico deportivo con personas con discapacidad, otro sobre drogodependencia, de entrenador de porteros con Luis Llopis del Athletic, nuevas tecnologías, de inglés… «Cuando hay tiempo hay que aprovecharlo», estima.
En Argelia estudió técnico deportivo y Educación social. En junio, quiere inscribirse a un curso de dos años de Educación social con el que convalide y homologuen su bagaje académico africano. «Desde 2002 me siento muy bien acogido. En Durango en un principio viví con una familia de Ecuador y entonces comencé a estudiar fontanería y castellano. Al de tres meses aquí ya encontré trabajo».
Por ello, se muestra agradecido a muchas personas, sobre todo, «a mi mujer, porque siempre me ha apoyado. También a una asistenta social llamada Nerea que me permitía quedarme con el dinero del recibo de la luz para pagar mis cursos y la luz la pagaba ella. Su apoyo me levantaba la moral. Y también al otro entrenador del Ezkurdi, Keoma», enumera y para el club reserva unas palabras más: «Sí, porque les estoy muy agradecidos por la oportunidad que me brindaron y la confianza que depositaron en mí. También a los chavales del equipo… y por supuesto a mis tres hijos: Anes, Issam y Mohammed Redá», subraya este seguidor del Real Madrid. «Desde niño siempre he sido del Madrid. Del Athletic me gusta su filosofía y además con los cursillos que he hecho con ellos me han ayudado a progresar en lo deportivo y en lo personal».