IK4-Azterlan y las fundiciones Betsaide, Fuchosa y Garbi conforman el proyecto foral ‘La Fábrica del Futuro’
Mugalari
El diputado de Desarrollo Económico y Territorial dio ayer a conocer los primeros resultados del proyecto La Fábrica del Futuro, que impulsa la Diputación Foral de Bizkaia junto al Centro Tecnológico IK4-Azterlan y tres fundiciones de la comarca de Durangaldea. El proyecto, que busca situar a las empresas participantes en las claves de la fabricación inteligente, ha logrado en sólo dos años crear empleo de alta cualificación, reducir costes de fabricación, tiempos de producción y un descenso de las bajas por lesión en los puestos de mayor penosidad de las fundiciones.
La Diputación de Bizkaia, el centro tecnológico IK4-Azterlan y las fundiciones Betsaide, Fuchosa y Garbi presentaron los primeros resultados del proyecto piloto la «Fábrica de Futuro», iniciado en 2015 para acompañar a la industria de Bizkaia a dar un salto tecnológico y cualitativo e incorporarse a la fabricación inteligente.
Tal y como aseguró el diputado de Desarrollo Económico y Territorial, se trata de un ambicioso plan de trabajo a medio-largo plazo, enfocado a situar a las empresas participantes en las claves de la cuarta revolución industrial, lo que se conoce como la estrategia de Industria 4.0: «Estamos hablando de un salto imprescindible para ser competitivos. De la diferencia entre estar y no estar. Para que tengan algo de contexto: estas empresas exportan más del 60% de su producción. Sus clientes son multinacionales de primer nivel, del sector Automoción y Eólico principalmente. Están obligados a estar a la última o no estar».
«Todo un reto en un mercado globalizado y dinámico que las fundiciones han aceptado con ilusión y que ya está dando sus primeros resultados. Así, según los datos medidos de las tres empresas, en estos dos primeros años de proyecto ya se han creado 20 nuevos empleo de alta cualificación. Además, hay más de 90 personas implicadas en los distintos equipos de trabajo puestos en marcha para llevar a la práctica el proyecto», valoraron.
Imanol Pradales detalló algunas de las mejoras evidentes que se han detectado ya:
o Reducción del 20% de piezas no válidas, lo que se denomina «rechazo interno». Se espera que el porcentaje alcance el 60% cuando el proyecto esté consolidado.
o Una reducción de costes de fabricación sustancial en hasta 120 referencias.
o Reducción del tiempo de maduración de los productos en hasta el 60%. Es decir, llegan al cliente en menos de la mitad de tiempo.
o Se ha recolocado a personal destinado a operaciones sin valor añadido. Y más concretamente en la zona de rotura, una de las de mayor peligrosidad, mayor índice de accidentes y mayor penosidad.
o Se han reducido las bajas por lesión en estos mismos puestos de trabajo, de la sección de rotura, en un 50%
El presupuesto total ejecutado en el desarrollo del proyecto hasta la fecha ha sido superior a los 5.700.000 euros en estos dos primeros años. La ayuda de la Diputación Foral de Bizkaia asciende a 640.000 euros y ha servido para acelerar el proceso durante estos 2 años.
Ramón Suárez, director de I+D de procesos metalúrgicos de IK4-Azterlan ha explicado que el proyecto se puso en marcha para facilitar la integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), así como novedosas herramientas informáticas como son los Modelos Predictivos de Control en los procesos de transformación metálica, siempre con el claro objetivo de mejorar la productividad y la competitividad de las empresas.
Por último, el diputado agradeció la implicación y valentía de las tres fundiciones y a IK4-Azterlan que haya marcado el camino a seguir en un proyecto tan complejo como necesario e ilusionante: «Entendemos esta iniciativa como el primer paso de un largo camino, que deberán seguir recorriendo de forma continuada en el tiempo», concluyó.