La búsqueda
Mariano Martín Martín
Junto a ti toda la Vida
y no me has conocido.
Queriendo enseñarte quién soy
y no me has comprendido.
Te di lo que tenía
el Amor que me entregaron
el día en que nací.
En mí lo que existía
lo entregué con buen agrado,
ofreciéndolo al amparo
que quise ver en ti.
He recorrido este Mundo
entre luces y entre sombras,
he seguido opuestos rumbos
entre calmas y zozobras,
me he vestido de la Tierra
desnudándome en el Cielo,
he soñado en una Estrella
despertándome en la Flor,
y al Alma puse en vela
con la paz del Corazón.
En mis miedos te busqué
y encontré tus propios miedos,
con la triste soledad
apagué mi voz ardiente,
quise ser un talismán
y no fui más que un gran pecado,
no me juzgues si al cruzar
por el uno al otro lado,
me revisto de cruzado
que sólo busca la Verdad,
estoy aquí como enviado
cumpliendo un pacto autorizado,
por la Gran Eternidad.
Si así vivimos
porque Dios lo quiso.
¿Quiénes somos nosotros
humanos o divinos,
para hacer del Mundo un grano
sembrado, en que crecimos?
Ni salvo, ni condeno
es la Ley, mi Capitán.
Ni malo soy, ni bueno,
me equilibro al caminar.
Nada hay sobre mi cuerpo
ni rizo, ni ideal
ni soy un buen ejemplo.
Mi Templo está en concierto
lo debo descifrar,
estoy en ese tiempo
en que he de confirmar,
si es o no el sentimiento.