CARTA · «El Ayuntamiento de Durango ha de tomar decisiones sobre el campamento de Aramotz»

CARTA · Unai M.

En otoño del 2008 se alojaron en una chabola que nosotros hicimos en la época de niños hace ya unos buenas décadas. Ese invierno se fueron y volvieron en primavera del 2009. Fueron reforzando, ampliando la chabola, con tablas de los muebles recogidos los jueves el día de recogida del Ayuntamiento, construyendo a destajo los fines de semana y ampliando a más chabolas según se asentaban más personas.

Al principio tomaban la luz de los focos de la carretera que se dirige a Orozketa-Iurreta, pero Iberdrola y los municipales les cortaban el cableado (se conectaban seguido, o cambiaban de foco para conectarse). Aún se pueden ver los cables cortados en el puente de la carretera de la circunvalación. Posteriormente ya consiguieron generadores.

El agua lo llevan a diario en garrafas desde una fuente cercana. Mensualmente llenaban una «conocida» furgoneta blanca y se llevaban bicicletas, juguetes y ropa. ¿Hace falta decir que los municipales no acudían ante nuestro aviso? Aún hoy día «pescan» la ropa a diario de los contenedores, la seleccionan y el resto lo vuelven a tirar a la basura. Y se siguen buscando así la vida.

Los más veteranos saludan a los vecinos, pues son ya 8-9 años. En los que hemos visto dos embarazos.

Es una pena que cualquier persona viva así, les deseamos un futuro mejor, pero el Ayuntamiento ha de tomar acciones, pues esto, además de inhumano para ellos, es degeneración, insalubridad y depreciación para el barrio Aramotz.

Los nuevos inquilinos son menos «cuidadosos». Y ya es hora de que todos los concejales/as del gobierno o en la oposició-, encargados de urbanismo, de acción social, y policía, quien corresponda, tome decisiones. Actúen de verdad y justifiquen sus sueldos.

Es mentira que el Ayuntamiento diga que no sabía nada porque les hemos llamado siempre que traían bicicletas «nuevas», cableado, etc,.. Y es vergonzoso que haya concejales que hasta hace poco reconocían no conocer la existencia de chabolismo en su pueblo.

Ya es suficiente lo que hemos aguantado los vecinos. El Ayuntamiento esta cómodo con el problema fuera del casco urbano y oculto por las zarzas. Los vecinos seguiremos desbrozando y limpiando. Pero esa zona, lógicamente, requiere la actuación – urgente por favor – de las instituciones.

Yo en esa situación también defendería con uñas y dientes mi casa-chabola. No es cierto que los niños ya no estén y solo hay tres personas, el Ayuntamiento sabe que aún suele haber un tercer niño que pasa allí muchas tardes y se lo llevan hacia las 9 o 10 de la noche (los otros dos sí que hace un par de semanas que no están).

Parece que ahora hay que esperar otro mes o dos, vía juzgado. Una vez más, el Ayuntamiento sigue cómodo y los vecinos de Aramotz con gente haciendo sus necesidades delante de nuestro balcón.

Los servicios sociales les ofrecen temporalmente unos días el albergue. ¿Solo hay esos recursos? Si esa persona chabolista tiene trabajo está a puntito de conseguir la integración, entendemos que ha de haber otro tipo de ayudas a alojamientos.

Por supuesto que ellos se niegan a moverse. ¿Quién no teme a la incertidumbre de lo desconocido? Será que no os debe urgir dar servicio social. Y mientras, seguimos los mismos, nosotros los vecinos, con el pastel delante de nuestras casas. Las instituciones siguen cómodas, los vecinos, hartos. Limpiando y desbrozando los alrededores de nuestro barrio, amenazados con multarnos si quemamos la maleza, y mordiéndonos la lengua ante la parsimonia de absolutamente todos los funcionarios políticos y sociales de Durango.  Vale de promesas, excusas, teatros como el de hoy 2 de febrero y medias verdades a la prensa.

Sin querer sonar xenófobos, si las instituciones trabajaran, mejoraría Durango, mejoraría Aramotz y mejoraría vida de esas personas.

¿Por qué no se actúa ya? Esta noche 2 de Febrero. esas personas dormirán en chabolas, seguiré viendo una semi-escombrera desde mi balcón y veré cómo una persona tira otro microondas desguazado al contenedor. Y vosotros no veréis nada desde vuestra cómoda oficina. Y mañana igual. Y al siguiente igual. Y al otro. Y así han sido 8 años.
Udala, «eskerrik asko». Nahikue da.