Durango inicia los trámites para derribar el campamento ilegal de Aramotz y ofrecer a sus ocupantes el servicio de albergue de invierno
Mugalari
Ante la negativa de los residentes del campamento de Aramotz a abandonar el lugar, el Ayuntamiento de Durango inició ayer un procedimiento judicial para su derribo. El consistorio pretende, de este modo, «evitar un desalojo forzoso y respetar la dignidad y salvaguardar los Derechos Humanos de las personas que ocupan actualmente el campamento», valoran.
Se trata de un derribo que se plantea como respuesta a las reiteradas quejas de los vecinos del barrio, a lo que se añade «la ilegalidad manifiesta que supone la existencia
en el municipio de construcciones de estas características».
· Reuniones · Siempre según la versión del Ayuntamiento de Durango, esta institución ha mantenido «diversas reuniones» con la Mancomunidad, Diputación y Gobierno vasco con el fin de implicar a todas las instituciones en la elaboración de un protocolo institucional y un plan de actuación en estos casos. En estos encuentros se acordó «realizar un diagnóstico de la situación en el campamento a fin de poner a disposición de los residentes los recursos existentes y alternativos a su situación actual».
El Consistorio ha mantenido también con anterioridad y «en repetidas ocasiones», reuniones con todas las personas afectadas en las que se les ha informado acerca de las ayudas de los Servicios Sociales que el Ayuntamiento y la Mancomunidad ofrecen a personas sin recursos. «Dado que el campamento no puede ser regularizado, las personas afectadas serán dirigidas a un albergue dispuesto en invierno para las personas transeúntes», concluyen desde el Ayuntamiento de la villa.