ALEX PINTO: «Quiero agradecer muchísimo a las personas que me auxiliaron cuando fui atropellado en Durango»

Mugalari

El pasado día 12, el empleado de una empresa de comida a domicilio fue arrollado por un coche por la espalda cuando detenido con su moto ante un paso de cebra de la calle Olleria daba paso a un matrimonio de jubilados. El joven de 29 años tuvo que ser trasladado al Hospital de Galdakao. Doce días después, está más o menos bien, sigue recuperándose de los dolores. Le han quitado hace dos días un collarín.

Alex Pinto.

Se llama Alex Pinto y él, que sabe bien de qué habla, hace un llamamiento a que, aunque también haya atropellos en Durango por el día, que por la noche se ilumine mejor el pueblo. «Llevo 8 años como repartidor y nunca he tenido un parte de accidente. Este ha sido el primero y no ha sido cosa mía. Lo que sí es cierto es que en este pueblo no hay suficiente luz nocturna, lo veo yo que cada noche conduzco por él. No hay luz y algo tienen que hacer. Necesitamos un pueblo con luz», analiza.

Hecho este llamamiento al Ayuntamiento de Durango, quiere agradecer a las personas que no dudaron en auxiliarle en un anochecer gélido y que comenzó a llover mientras le estaban socorriendo sobre la acera de la vía. «A algunos ya he podido darles las gracias personalmente, pero me falta alguno que no he conseguido cómo hacerlo», explica.

· «¿Si hubiera sido su hijo?» · Alex se guarda las palabras menos agradecidas para el recepcionista del centro de salud Landako y para el médico que estaba de guardia en ese momento. Según versión del primero -dada en dos ocasiones a personas diferentes-, no había collarines para estos casos. «Cuando leí que había pasado eso me quedé flipando. ¡Eso debe ser denunciable! Como poníais bien en Mugalari, ¿qué hubiera hecho ese hombre o el médico si el que está fuera tirado en el suelo tras ser atropellado es su hijo y no yo?».

El joven motorista recuerda partes del suceso. «Recuerdo el golpe, el ruido, y que trataba de ponerme de pie y no podía, aunque dicen que lo hice. Yo ahí estaba en shock y no recuerdo partes», explica y continúa: «En la ambulancia me iban hablando y cuando llegué a Galdakao y me pusieron en una cama me dormí seguido. Me hicieron las placas y todo estando yo dormido, creo».

Sin embargo, horas después abandonaba el centro hospitalario. «A las dos de la mañana volví para casa. Allí estaban mis padres, mi jefe… todos se han portado de maravilla conmigo. Me da pena hasta la mujer que me pilló con su coche que me dijeron que tuvo que ser atendida en el centro de salud…», apostilla.

· Cuatro amarres rotos · En unos días deberá pasar por la revisión de su mutua. «Me sigue doliendo la espalda. Yo estaba parado dando paso a los jubilados y el coche me dio levantándome la rueda trasera. Iría a 40 o 50 y paró contra mí. La caja de la comida se empotró en mi espalda. Se llegaron a romper los cuatro amarres». El joven insiste: «Quiero agradecer muchísimo a quienes no dudaron en auxiliarme y a quienes cuando desperté estaban en Galdakao conmigo. Además, espero que a los jubilados no les pasara nada».