‘Origen, pasado y presente de las dos escuelas de barriada de Abadiño’, por Mikel Garaizabal
Mikel Garaizabal Iturriagaetxebarria
A principios del sigo XX, la Diputación de Bizkaia puso en marcha un ambicioso proyecto de construcción de escuelas en zonas rurales. A estos centros docentes se les llamaría escuelas de barriada o “auzo-eskolak”. En Abadiño se construyeron dos: una en el barrio de Mendiola y otra en Matiena. Una más se erigió entre Abadiño y Otxandio, pero en terreno perteneciente a este último municipio. A ésta, se le llamó Amaiterme.
A pesar de pertenecer a Otxandio, muchos niños y niñas de la zona de Amaitermin y Urkiola (Abadiño) fueron a este centro tal y como afirma el obispo Bittor Garaigordobil en el siguiente enlace. Él mismo, fue uno de los alumnos de ella. http://www.ahotsak.eus/abadino/pasarteak/abd-023-003/
· La Diputación se pone manos a la obra · El 26 de noviembre de 1919 se presentó en la Diputación de Bizkaia la Moción Gallano. En breve, se cumplirán 97 años de su presentación. Esta moción alarmaba del desajuste educativo-cultural que existía entre los menores que vivían en zonas rurales con respecto a los que vivían en zonas más pobladas. La geografía de la zona hacía que muchos niños y niñas que vivían en pequeñas barriadas no pudieran asistir, por la distancia existente, a las escuelas situadas en los centros de la población. Por este motivo, la mayoría de la población infantil que vivía en estas zonas estaba abocada al analfabetismo. Para paliar esa situación, la Diputación presentó en el año 1920, un importante plan de construcción de más de un centenar de escuelas de barriada para toda Bizkaia. El objetivo era claro, se pretendía formar a niños y niñas con la esperanza de ofrecerles un futuro mejor.
· Las escuelas de Mendiola y Matiena · Entre 1920 y 1930 se construyeron en Bizkaia 119 escuelas de barriada y, concretamente, en Abadiño dos, la de Mendiola y la de Matiena. A todas estos estos centros se les asignaron números identificativos, y la estructura y su arquitectura era similar en todas. En la mayoría de los casos, según el contrato que tenían que firmar con la Diputación los pueblos interesados en construirlas, los Ayuntamientos se tenían que hacer cargo del terreno y del edificio, y la Diputación, del profesorado y del material escolar.
Además del esfuerzo organizativo que fue realmente enorme, esta última gastó anualmente grandes sumas de dinero en el sostenimiento de las escuelas de barriada, siendo los sueldos de los maestros la partida más importante del presupuesto anual. Estos profesores fueron elegidos en base a un concurso público en el que primaban los valores personales, los conocimientos profesionales y el dominio de la lengua materna del alumnado.
Se trataba de docentes con una verdadera vocación y entusiasmo por el servicio que prestaban. Muchas veces se veían obligados a empeñar su función en lugares alejados, montañosos y en medio de grandes incomodidades. Los que desempeñaron su función en las escuelas de Mendiola y Matiena, contribuyeron a garantizar una educarión más humana, basada en la estimulación del deseo de aprender de los alumnos y del reconocimiento a sus progresos académicos por medio de diplomas. Estos profesores tenían la prohibición del uso del castigo corporal por parte de los inspectores de educación.
En esa época, el alcalde de Abadiño era Federico Santocuarto y el secretario del Ayuntamiento, Emilio Basterretxea. Los vecinos y vecinas, tanto de Mendiola como de Matiena, se implicaron muy positivamente en la construcción de sus escuelas. Fueron conscientes de la importancia que iban a tener las mismas en la vida cultural y social de sus barrios y participaron activamente en su construcción sin pedir nada a cambio.
A la escuela de Mendiola, la Diputación le asignó el número 47. Según se recoge en un escrito que hizo la profesora Julene Azpeitia dirigida a la inspección competente, se intuye que comenzaron las clases en este barrio el curso escolar 1923-1924. La Junta de Educación de Bizkaia designó a dos mujeres como las nuevas profesoras de ésta. Estas profesoras fueron Julene Azpeitia y Feliciana Astorkia.
A la escuela de Matiena la Diputación le asignó el número 79 y fue construida tres años más tarde que la de Mendiola. El lugar escogido para la implantación del edificio fue justo en las inmediaciones de la ermita de San Prudencio, desaparecida en la actualidad, y que era el centro del núcleo urbano del barrio. A principios de la década de 1920, Matiena contaba con una población euskaldun dedicada a la agricultura y que ascendía a 179 individuos censados. El curso escolar 1926-1927 fue el primer curso de esta escuela, por lo tanto, este año la escuela de Matiena cumplirá 90 años desde que echó a andar.
· La profesora Julene Azpeitia Gómez · Julene Azpeitia fue profesora en las escuelas de Mendiola y Matiena en sus inicios. Cabe destacar su trayectoria e importancia que tuvo en el sistema educativo durante esos años. Nació en Zumaia en el año 1888 y cursó los estudios de Magisterio, primero en la escuela de magisterio de Donostia y después en la de Bilbao.
En 1908 obtuvo trabajo en la escuela de Abadiño, y en 1911, se presentó a las oposiciones que se realizaron en Valladolid y quedó en primer lugar. Nada más contraer matrimonio en 1916 viajó a México y la estancia allí duró 4 años. En el país azteca comenzó a labrar su faceta de escritora en euskera y publicó varios trabajos de interés.
Al volver otra vez a Euskadi (1920) retornó el contacto con la enseñanza, y hasta 1936, estuvo primero en la escuela de Mendiola y posteriormente en la de Matiena. A raíz de la Guerra Civil, sufrió el destierro y tuvo que interrumpir su trabajo durante once años. Transcurrido ese tiempo, volvió a trabajar en Gorliz pero en 1949 fue sancionada y, entonces, tuvo que ejercer su labor docente en Burgos. En 1955 volvió a Markina y fue profesora hasta que en 1958 se jubiló.
Ella quería que los niños y niñas sintiesen el euskera como lo hacía ella, y para ello, trabajó bien por la vía de la docencia, pero también utilizando su faceta de escritora. Presentó varios trabajos pedagógicos en su carrera obteniendo reconocimiento y prestigio por ello. En 1925, Julene ganó el concurso pedagógico que organizó la Diputación de Bizkaia.
Los menores de Mendiola y Matiena de la época, tuvieron gran suerte con contar con el servicio público de una profesora tan comprometida e implicada con la educación de éstos que fue Julene Azpeitia. En el libro que se presentó a la sociedad abadiñarra con el patrocinio del Ayuntamiento de Abadiño en el 2001, con motivo del 75 aniversario de la escuela, “Diamantes para una escuela”, en la que figura como autora del libro Elisabeth Álvarez de Eulate, hay testimonios que hablan sobre Julene Azpeitia como “una de las mejores profesoras que han pasado por el pueblo en todos esos años”.
A día de hoy, la Escuela de Educación Infantil de Durango – Durangoko Haurreskola lleva su nombre: Julene Azpeitia.
· Cambio del modelo educativo con la Guerra civil · Después de ser declarado el territorio histórico de Bizkaia como “Provincia traidora” por el gobierno sublevado de Mola en el año 1937, las escuelas de Mendiola y Matiena pasaron a llamarse “Escuelas Nacionales” a partir del año 1938 y empiezan a depender del Estado. Cambió por completo el sistema educativo que se estaba llevando a cabo en las escuelas y se empezó a aplicar la educación basada en “la letra con la sangre entra”. La educación basada en la cultura vasca desapareció de estas escuelas y se comenzó a reprimir y castigar todo lo relacionado con el euskera. Se volvió todo más militar y represivo para los menores que acudían a estos centros.
La escuela de Mendiola, después de que sus matriculaciones fueran descendiendo paulatinamente, funcionó como tal hasta el año 1988, siendo profesora Mila Berrioateortua. La de Matiena, en los años 80, vivió un desbordamiento de matriculas y, ante este panorama, no cabía otra posibilidad que ampliarla para dar cabida a todas las matriculaciones que se hacían en ese momento. A partir de 1990 se produjo el efecto contrario, el número de matriculaciones descendió paulatinamente debido a la baja natalidad que se registró en la población de aquella década. En la década de los 90, se consolidó uno de los proyectos más ambiciosos para la escuela. Se trataba de la implantación de la ESO, Educación Obligatoria Secundaria, que daba la posibilidad a los menores de Matiena de cursar grados más elevados sin salir de su entorno. Mientras ésta se amplió con nuevos edificios en sus inmediaciones, el edifició que albergó la primera escuela de Matiena, apenas fue renovado.
· Uso actual de las antiguas escuelas · En la actualidad, las antiguas escuelas de barriada que se crearon en Mendiola y Matiena siguen teniendo una actividad socio-cultural fundamental en los barrios. En la de Mendiola, los vecinos y vecinas del barrio decidieron, después de realizar obras de acondicionamiento en el edificio, crear una asociación denominada “Mendiolako Errekatxo Auzo Elkartea”. Esta asociación es, en gran medida, la encargada de dinamizar la vida socio-cultural de este barrio y también, la de encaminar los problemas y necesidades del barrio.
En cuanto a la antigua escuela de Matiena, que en 2003 cerró definitivamente sus puertas por graves problemas en su estructura, hoy en día está rehabilitada y reconvertida en hogar de personas mayores bajo el nombre de “San Prudentzio Nagusien Egoitza – Hogar del Jubilado San Prudencio”.
Fuentes utilizadas:
· “Las escuelas de barriada, una puerta al mundo para los núcleos rurales de Bizkaia.” Gregorio Arrien
· “Eskolarentzat diamanteak / Diamantes para una escuela”. Elisabeth Álvarez de Eulate Arieta
· “Mendiolako eskolak 75 urte”. Jose Antonio Azkorbebeitia, Arantza Abaunza, Jose Inazio Arrizabalaga
· Ahotsak
· Euskomedia
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Etiquetas: Abadiño, Escuelas de barriada, Mikel Garaizabal