VIAJAR CON EL DURANGUÉS JON ANDER LARRAÑAGA · Kenia y Tanzania, más que un viaje una lección de vida
Jon Ander Larrañaga
Comienza la gran aventura africana. Por primera vez me dirijo al Este del continente negro, formando equipo con mi amigo Xabier Martínez. Nuestro destino final está fijado en unas pequeñas islas llamadas Zanzíbar en la costa este de Tanzania, pero para ello recorreremos un largo periplo.
Comenzaremos en la gran metrópoli de Nairobi, capital de Kenia, cruzaremos las grandes, secas y bastas llanuras del Serengueti pobladas de todo tipo de vida salvaje, para finalmente desembarcar en la paradisíaca isla citada. Como antes de todo viaje los nervios hacen acto de presencia, pero esta vez los sentimientos son diferentes, un sentimiento de inseguridad a la vez que alegría se apodera de nosotros. La incertidumbre que provoca lo que nos encontraremos allí hace que nos mostremos inseguros a cada paso que damos durante el comienzo de la aventura pero del mismo modo nos excita el hecho de dirigirnos “hacia lo desconocido”.
· Nairobi (Kenia) · La ciudad llama la atención. Se podría decir que tiene dos caras en una misma moneda. Por un lado, tenemos la más amable, altos rascacielos repletos de oficinas y calles bien diseñadas que fácilmente podrían pertenecer a cualquier metrópoli europea. Pero si miramos un poco mas allá, poco a poco la realidad que se esconde tras de ellos empieza a asomar: barriadas enteras de familias, comunidades e incluso pueblos enteros hundidos en la miseria se nos muestran la verdadera Nairobi.
Unos del los principales puntos de visita obligados en la capital Keniata es el museo nacional donde los amantes de la historia y arqueología pueden contemplar los cráneos del los homínidos mas antiguos del mundo. Mas allá de esqueletos, también el centro cuenta con una magnifica colección de animales disecados que representan la fauna de el sudeste africano.
Como muchos habréis escuchado o visto alguna vez las puestas de sol en África son magnificas por lo que en Nairobi no iba ser menos. Existe un lugar llamado Uruhuru Memorial Park donde se puede disfrutar del el “skyline” de la ciudad contemplando el atardecer. Es muy recomendable sobre todo por que te da otra perspectiva de la ciudad mientras se cubre de un manto dorado que seduce al viajero.
Uno de los puntos que no debemos pasar por alto en la capital keniata es el “Masái market”, en este mercados situado en el centro de la ciudad podemos encontrar todo tipo de artesanías relativas a esta cultura: desde máscaras, escudos, indumentarias, figuras, tallas y muchas cosas más probablemente al mejor precios dentro de la metrópoli.
Es el sitio perfecto para comprar un regalo un recuerdo del país. El mercado es un lugar de paso muy recomendable para el viajero, tanto para compras o no y al mismo tiempo interactuar con la gente local. Eso sí, nunca olvidar que a pesar de mostrarse muy amables y cercanos solo buscan hacer negocio.
Después de patearnos la ciudad la mejor manera de acabar el día en Nairobi es visitar el restaurante Carnivore donde se pueden degustar exóticas delicias que no se pueden encontrar fácilmente en Europa. El menú del restaurante es muy variado e incluye carnes tan atípicas como la de cocodrilo, avestruz o testículos de buey, todo ello servido a la brasa. ¡No os acobardéis y probad todo lo que os sirvan, no os arrepentiréis!
La capital de Kenia no es un lugar muy seguro, y mucho menos por la noche, pero sí es posible salir, bailar y divertirse mientras nos tomamos una copas en un barrio llamado “Westland”. Se debe de tener bastante cuidado por lo que es muy recomendable arreglar un taxi para la ida y la vuelta y no moverse demasiado de discoteca o bar, mejor permanecer en el que mejor o mas cómodo te haga sentir. El ambiente es bueno y la gente amable dentro de las discotecas, no obstante no debemos olvidar dónde estamos.
· Arusha · La primera ciudad de Tanzania que hemos visitado después de pasar la frontera entre los dos países africanos. Arusha es la ciudad y el “meeting point” de los safaris, desde esta ciudad en un gran parte se organizan y gestionan los safaris ya que cuenta con un innumerable numero de agencias de alquiler de vehículos y de agencias que organizan recorridos por la Savannah. Nosotros ya teníamos todo atado por lo que solo nos hemos tenido que preocupar de buscar la agencia en la que alquilamos el 4×4.
Lo mas común y lo mas cómodo es contratar mediante una agencia un paquete en el que te incluya un tour guiado por los parques nacionales del Serengueti, Ngorongoro y lago Manyara pero nosotros decidimos montárnoslo por nuestra cuenta y simplemente alquilar un 4×4 con tienda de campaña en el techo y bien equipado con todo el instrumental necesario para sobrevivir unos cuantos días en tierra de masáis.
De esta manera la aventura echa a rodar, con un mapa y poca idea de por donde nos movíamos nos dirigimos al Norte de Tanzania al río Mara, frontera natural entre Kenia y este país, donde la gran migración se encuentra pastando y preparando el cruce hacia los pastos del Masía Mara.
Salimos de Arusha y dejamos el asfalto atrás, las rocas, baches y el polvo nos acompañaran todo el viaje a partir de ahora, la carretera es muy mala en general por lo que el viaje es movido y no apto para principiantes al volante. Durante el camino hacia el Serengueti constantemente nos encontramos con poblados masáis a los que nuestra presencia parecía agradar y a la vez causarles sorpresa. Nos miraban como si fuéramos de otro planeta.
Nos vemos obligados a parar muchas veces para preguntar si continuábamos en el camino correcto o simplemente en el camino hacia algún lado, la comunicación es muy difícil ya que poco o ninguno hablaba algo de inglés pero amablemente siempre nos indican mediante señas. Después de mucho altos en el camino llegamos a la puerta de Klein que da acceso al parque nacional del Serengueti.
Los siguientes días los dedicamos a conducir por el parque en busca de animales y sobre todo de la gran migración. Conducir por la noche esta terminalmente prohibido por lo que nuestro día a día se basaba en despertarnos a las seis de la mañana conducir durante el día hasta las seis de la tarde hora a la que acampábamos desplegábamos la tienda y después de cocinar algo caliente, bien pronto nos acostábamos. La noche es mágica en el Serengueti, los animales se vuelven activos y los depredadores salen de caza. Es muy fácil escuchar los leones rugir a escasos 500 metros de donde estas acampado o búfalos y cebras curiosear alrededor del coche.
Se me hace muy difícil describir una belleza como la del Serengueti por lo que prefiero en este caso en particular dar paso a las imágenes:
· Parque nacional del Serengueti ·
· Zanzíbar . Es sin duda una de las joyas del país Tanzano y del océano Indico. Estas maravillosas islas están situadas en las costa frente a la capital del país, Dar es Salam. Unguja, donde nos hospedamos, es una pequeña isla de pescadores cuya capital es Stone Town. La isla está bañada por magníficas aguas cristalinas y blancos arenales que dan paso a una frondosa vegetación tropical, es un lugar idílico.
Zanzíbar ofrece varias alternativas para los amantes del mar, se puede bucear, hacer pesca submarina, surfear y pescar. Es muy fácil conseguir un acuerdo con los pescadores locales para pasar una buena jornada de pesca con ellos en sus tradicionales barcos construidos por ellos mismos o bien para que os lleven algún punto de interés relacionado con la pesca submarina. Es un lugar perfecto para desconectar y relajarte y más después de unos duros días de safari.
La parte más poblada de la isla es la capital Stone Town, en la que es muy recomendable callejear por su casco antiguo repleto de comercios locales que recuerdan mucho a las medinas marroquís. Otro lugar de interés es el mercado de esclavos de la capital desde donde se vendían y se distribuyan esclavos por Arabia y la India.
Más que un viaje es una lección de vida, África es increíble pero también tiene lados menos atractivos como la pobreza siempre latente y las pésimas condiciones de muchos de los habitantes. Después de interactuar con sus gentes y conocer algo mejor su estilo de vida y cultura se puede decir que aprendimos algo, de lo que seguro no nos olvidaremos. Sante sana Africa!
Mugalari te recomienda subir al Toubkal (4.167 metros), en Marruecos, con: