¿Sabías que la locomotora Aurrera del Museo de Azpeitia que funciona llevando pasajeros era la de la estación de Durango?

Iban Gorriti

La locomotora Aurrera fue parte de la estación del tren de Durango hasta 1987, hace hasta 36 años. Lo hizo al lado de otras llamadas Zugaztieta o San Sebastián. Cuentan quienes saben bien de esto que nuestra protagonista estuvo a punto de ser desguazada pero tuvo una segunda oportunidad y a día de hoy no solo se conserva sino que funciona haciendo las delicias de todas las personas que visitan el Museo del Ferrocarril de Azpeitia.

Aurrera se ubicó primero en la rotonda de tracción eléctrica de la estación y a continuación en el interior de los talleres. Se trasladó a Oñati, donde se puso de monumento junto a la estación en sustitución de la locomotora que ahí estaba, que, a su vez, se trasladó a Durango. «En 1990 adecentamos esa locomotora, la volvimos a poner en Oñati y llevamos a reparar Aurrera», explica Juanjo Olaizola a este periódico, director del Museo del Ferrocarril.

«Rotonda» en términos ferroviarios, es el edificio en forma circular o semicircular que se construía alrededor del puente giratorio que se empleaba para girar las locomotoras de vapor. En Durango había dos, cerca del edificio de la subestación eléctrica, el primero de principios de siglo, con columnas de fundición y techo de estructura de madera y la segunda, de los años veinte, con estructura de hormigón. Ambas se derribaron a comienzos de los 90.

Cuatro de las columnas de fundición de la rotonda más antigua de Durango, fundidas por cierto en los talleres Averly de Bilbao (más tarde incorporados a los astilleros Euskalduna), se conservan en el Museo del Ferrocarril, como soporte de la rotonda de locomotoras del propio museo.

Como curiosidad, Aurrera volvió a Durango con motivo del 125 aniversario del ferrocarril y vivió una matxinada por jóvenes que la pararon a la altura de Santa Apolonia en Iurreta. Protestaban contra el paso del tren de alta velocidad TAV por Durangaldea. Acontecía junio de 2007. Dieciséis años han transcurrido de ello.