Un lujo ser primero, Añana y conocer a Martín Fiz
Julen Ozaeta
Ayer disputé la ‘Media maratón del valle salado’ en Añana, una carrera de monte con 21 kilómetros y 1300 metros de desnivel positivo. Llevaba 3 meses sin ponerme un dorsal ya que en junio, después de la maratón Trail Carlac en la que pude hacer segundo, terminé un poco cansado y saturado de tanta competición. Así que julio y agosto los aproveché para descansar y darle un respiro al cuerpo, a pesar de que en agosto empecé poco a poco cogiendo de nuevo el ritmo.
La carrera de Añana era ideal para la vuelta, ya que tenía la distancia y el desnivel perfecto para volver a recuperar la chispa que he perdido durante el parón de verano. Se trataba de un recorrido «rápido» a pesar de tener subidas y bajadas muy fuertes. La prueba comenzaba en subida, con dos corredores que salieron muy rápidos, así que traté de seguirles a 5-10 metros de distancia.
Al llegar al segundo kilómetro pude coger la cabeza y desde aquí fui aumentando diferencias poco a poco, hasta que en la segunda ascensión del día llevaba más o menos un minuto de ventaja. A partir de ahí intenté mantenerlo hasta el tercer alto (kilómetro 16), ya que después quedarían 5 kilómetros muy rápidos hasta meta.
Quiero destacar los dos últimos kilómetros del recorrido, que transcurrían por las curiosas «salinas» de Añana, subiendo y bajando escalones, haciendo constantemente curvas muy cerradas, realizando pasos por el río… y aún mejor, recibiendo los ánimos de la gente y sobre todo de los míos en meta.
Fue todo un lujo de carrera y una organización perfecta, donde pude conocer al gran Martín Fiz.
Tras ser primero, ahora, pienso en la gran Sorginen Lasterketa que se celebrará el próximo 4 de octubre en Axpe, carrera muy recomendable donde nos espera con ganas ¡Anbotoko Mari!