MUGALARITERATURA | ‘No Wait, Maaan!’, por Amaia Santana
Amaia Santana
‘Wait’, dice el semáforo. Pero resulta que una vez se pone en verde y cruzas, mentalmente sigues esperando. Supongo que la culpa es de las películas y de la televisión, crees que no, que eres una persona seria y sensata pero en realidad estás esperando a que ‘brote’ tu esperada y disparatada comedia romántica, con un reparto estelar y un final que no dejará indiferente a nadie. Pero no.
La vida no es un thriller de acción trepidante. Y a medida que el tiempo transcurre y el guapo-bueno de la peli no llega, ni la explosión de la que curiosamente sales ilesa, ni las divertidas anécdotas, ni los guiones mediocres-hilarantes aderezados con palomitas y refrescos tóxicos, te vas cerciorando de que la única película real es la de El Show de Truman, y tal vez Matrix. Y ya está. Esto es algo que intuías desde hacía tiempo, pero es al comprobar que la juventud tiene una fecha de caducidad inminente que te vuelves más sabia y te angustias al mismo tiempo.
Otro día más y se enciende de nuevo la señal luminosa de ‘wait’, igual que la de ‘applause’ en los platós de televisión, tal y como has visto decenas de veces… en televisión. Metatelevisión. ‘Wait’, ¿a qué? Tal vez sólo necesites unas vacaciones para resetear cuerpo y mente y volver a consumir feliz, pero a veces sientes que lo único que cambia es el peinado de la chica de la limpieza, que cambia de look, bueno, de peluca, casi a diario. ¿Será parte de su cultura, o es su forma de cambiar, de tener la sensación de que evolucionas, cuando lo único que haces es envejecer? Simple y llanamente. Envejecer mientras esperas al gran estreno mundial de tu tragicomedia. Sentada en tu butaca, en el palco de tu soledad.
Pero no se depriman, esto ocurre hasta en los mejores cines.
Mientras sientes cómo el café te ensucia los dientes y el alma, el pensamiento te atraviesa en un escalofrío. ¿Alguna vez has pensado cuánto influye el dinero en tus relaciones personales? ¿Te has preguntado alguna vez si tendrías los mismos amigos, pareja(s) si tuvieras más o menos dinero? ¿Cómo vas a saber si tienes afinidad con alguien si no sales con esa persona y te gastas un dineral en una noche de borrachera y desenfreno? ¿Cómo vas a consolidar una amistad o un romance si no sales a cenar, al cine, etc.? Todo eso cuesta dinero, aunque sin duda la inversión más costosa es el tiempo. Por supuesto, también puede uno ir al parque, o a un museo de entrada gratuita, pero no te engañes, la ‘sociedad’, el Gran Hermano, espera que consumas. Que consumas hasta morir y en nombre de la democracia.
>> Y si no tiene muchos ingresos no se preocupe, le buscamos la oferta que mejor se adapte a su bolsillo. Aunque coma mierda y vista ropa que se le deteriorará o se le romperá en tres lavados usted no será menos y no quedará excluido de este círculo vicioso en el que vivimos. Faltaría más.
Si siente un vacío en su vida, cómprese algo bonito. Aunque sea a plazos, que su felicidad no esté condicionada por falta de financiación, no, señor.
Y comparta, por el amor de Dios, comparta en Facebook. ¡Aprisa! ¡Me gusta! ¡Ya no me gusta! ¡No sé/no contesto, luego me gusta!
Si siente desasosiego, tómese unas pastillas para dormir de noche y deambular de día. Mientras espera al semáforo, mientras espera a la señal luminosa y divina en verde esperanza, mientras espera a que algo sorprendente ocurra, mientras espera simplemente a que ALGO OCURRA, siéntese cómodamente y vea la vida pasar. Esta marca tan famosa patrocina este espacio.
*Amaia Santana (Santurtzi, 1984) es periodista.
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