Un Gorka Fraile «fuerte, animado y agradecido» regresa a la cárcel de Badajoz tras recibir el alta en el Hospital

I. Gorriti

«Aitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaatxooooooooo!», le ha gritado la pequeña Ilazki, de cuatro primaveras, a su aita Gorka Fraile, preso político de Durango a quien en una furgoneta han trasladado a primeras horas de esta tarde del Hospital Infanta Cristina hasta la prisión de Badajoz. «Gorka ya está allí. Le han dado el alta esta mañana», ha transmitido a Mugalari su mujer, Juli. 

Gorka Fraile. | PHOTO | Cortesía de Juli, su mujer

Junto a Juli han permanecido desde la pasada semana en la ciudad extremeña la hermana de Gorka, Pili, y la tía de este, Txaro. Las tres han podido visitar al preso con todo sus derechos. Salvo la hija del matrimonio, por normativa del centro sanitario. «Lo de estos días ha sido una pasada para los dos», expresa su mujer, aunque «los tres primeros días fueron traumáticos. Pero parece que Gorka los ha superado bien, por todo lo que se ha conseguido gracias a las protestas».

Juli quiere hacer llegar a asociaciones, médicos, abogados, medios de comunicación… el agradecimiento personal de Fraile, a quien le ha llegado la información y movimiento vivido estos días en Euskal Herria. Además, los médicos han confirmado hoy al darle el alta que Gorka sale del hospital «muy fuerte».

| Dieta blanda | El durangués debe comer una «dieta blanda» y «en unos días irá masticando mucho mejor». Los sanitarios le han quitado la mitad de los puntos de la operación del cáncer de lengua y la otra mitad el viernes. «Gorka está muy animado y agradecido», incide Juli quien dice que iba a la cárcel con la ilusión de ver a dos compañeros, «uno de Lekeitio y otro de Bilbao».

La mujer podrá volver a verle el sábado en una visita.