‘Habla conmigo/Hitz egidazu’, por Alberto Cimarro
ALBERTO CIMARRO
MUGA 10 AÑOS YA CONTIGO
Es frecuente que en la vida tomemos lo que parecen ser pequeñas decisiones y que, sin embargo, provocan grandes cambios inimaginables para siempre en nosotros y en nuestro entorno más cercano.
Eso es precisamente lo que me ocurrió el 2011 el día que abrí el buzón y encontré un díptico similar al que hace pocas semanas se ha buzoneando en nuestras casas. Se trataba de una iniciativa del área de inmigración del ayuntamiento de Durango que se llamaba “Habla conmigo/Hitz egidazu” y que básicamente era un programa de acogida lingüística. El planteamiento a priori parecía sencillo. Se formaban lo que se llamaban parejas lingüísticas. Por una parte una persona voluntaria local y por otra un aprendiz inmigrante. El compromiso consistía en reunirse una vez por semana, por espacio de una hora y durante diez semanas.
La experiencia fue un gran éxito en todos los sentidos, de manera que cada año no ha dejado de crecer y esta próxima será la edición 14.
La población extranjera en Durango a día de hoy es de mas de 2900 personas, el 10% del total y las solicitudes de aprendices aumenta en cada curso. El año pasado se registraron 203 personas, 82 voluntarios y 121 aprendices de 16 nacionalidades, y se constituyeron 81 parejas, de ellas 3 en euskera. Para esta edición aún hace falta cubrir algunas plazas de voluntarios y así poder conformar el mayor número de parejas posible.
Si dispones de ese poco tiempo preciso para dedicarlo a este programa apúntate. Puedo asegurarte que la experiencia va a ser muy enriquecedora y satisfactoria en todos los sentidos y que seguro te cambiará.
En mi caso supuso un cambio vital. En 2017, André que durante varios años había sido mi pareja lingüística, me invitó a acompañarle a su pueblo natal, Cabrousse-Cap Skirring en Cassamance al sur de Senegal, de donde había salido 8 años atrás y a donde por fin podía regresar. y a donde por fin podía regresar. Así podría conocer a su familia, su entorno, su cultura díola y tratar de entender qué le empujó a dejarlo todo atrás. Desde entonces todos los años regreso por abril. Formo parte de su “familia grande”,allí me siento feliz, acogido, querido, agradecido por todo lo que comparten conmigo.
Así que lo que fue una primera visita curiosa se convirtió en un proyecto personal de presente y futuro…
Todo esto gracias a esta iniciativa en la que te aseguro vas a conocer a muchas personas generosas, implicadas y con profunda conciencia social que abundan en nuestro querido Durango. Ampliarás tus relaciones sociales mucho más allá de lo que puedes imaginar, te enriquecerás culturalmente y romperás con muchos prejuicios.
Este es un programa que, más allá de la acogida lingüística, a lo largo de estos años ha creado una gran red de apoyo social en la que ha integrado a las personas inmigrantes de nuestro pueblo, con el concepto de acompañamiento, interacción, intercambio e impulso de la practica intercultural como principios básicos.
Gracias al Servicio de Inmigración del Ayuntamiento de Durango.
Gracias, Verónica.