Maristak Ikastetxea, un tren modular de 120 años en Durango con destino a los sueños
MUGA 10 AÑOS YA CONTIGO
IBAN GORRITI
Dicen que «cada estación en el tren de la vida nos ofrece la oportunidad de conocer nuevas personas y aprender lecciones valiosas». Así lo ha vivido y lo va a vivir en este nuevo curso académico el alumnado de Maristak Ikastetxea. Un total de 300 mujeres y hombres de a partir de 15 años dieron inicio ayer a sus estudios en el centro educativo de Durango con un reto. Veinticuatro clases debían elaborar 120 vagones, mismo número de años que el colegio durante este calendario cumple en la villa. La locomotora la había materializado el profesorado.
Hay quien dice también que «el tren de la vida no tiene freno, por lo que es importante aprender a adaptarnos a los cambios y fluir con ellos». Por este hecho, Maristak Ikastetxea suma más de un centenario de cambios, de actualización, desde que llegó el ferrocarril a la comarca de Durangaldea en 1889, y poco después, en 1904, unos religiosos maristas buscando seminaristas. Transcurridos los 120 años, la dirección continúa trazando los cimientos del nuevo colegio que se edificará en Tabira, en el solar de la antigua empresa Fundifés. El director del centro, Dani Irazola, confía en que en septiembre de 2025 la superficie esté limpia y se pueda comenzar a construir el sueño «en enero de 2026, yéndonos hasta 2028», comunica a MUGA.
Y entretanto, dirección y profesorado siguen manteniendo que el estudiantado sea «como un tren que continúa adelante bajo la lluvia, el sol, la tormenta, bajo túneles oscuros. En definitiva, ser como un tren, concentrándose en su camino e ir sin dudar». En la jornada de ayer, así lo hicieron ya, diseñando sus vagones en grupo de cuatro personas, en todas sus especialidades: mecánica, administración, electricidad e informática. Hicieron frente a su «reto cero» en un momento en el que la Formación Profesional busca «dar respuesta rápida» por la vía de «la especialización. Lo que definimos como más modular», precisa Irazola. Su compañera de trabajo, Hostaizka Sainz, hacía hincapié en que «es un plan desde la acción con el alumnado» que en la actualidad es de 600 personas en su totalidad, incluyendo también a los del grupo especializado en bicicletas, única rama que comienza el curso más tarde.
Maristak Ikastetxea echa, por lo tanto, a andar con su locomotora y los 120 vagones, como aquellos que hicieron más próspera la comarca en las minas de Arrazola, por ejemplo. Durante todo el curso celebrarán diferentes actividades de conmemoración. «Esta ha sido la primera, con una forma de trabajar que en este centro no es la tradicional», diferencia Irazola al tiempo que recordaba que antes de verano se diplomaron 300 estudiantes más, de modo que el tren, aunque hace paradas, no cesa en sus retos y objetivos, en este caso, al ser personas: SUEÑOS.
