25 preguntas a bote pronto al txistulari durangarra Iker Sagalá
FOTOMATÓN
Iker Sagalá Coca (Durango, 3 de enero de 2002) ha sido admitido para cursar un Máster en Investigación Musical en l’ESMUC, Barcelona. A sus 22 inviernos, se encuentra estos días terminando la carrera de txistu en el Centro Superior de Música del País Vasco Musikene, en Donostia. Como colofón, el 5 de junio a las 12:00 horas presentará su recital de fin de estudios.
Iker Sagalá.
«Me llevo preparando todo el curso para ello», detalla a MUGA. El concierto, de una hora, estará mayormente centrado en la música contemporánea, con el fin de que el público se acerque a estas obras que «en primera instancia pueden resultar algo lejanas, pero que realmente son manifestaciones de la actividad compositiva actual», apostilla. Será un recital en el que lo visual tendrá especial importancia, para lo que ha trabajado con personas de ámbitos distintos al musical. «También he tenido la suerte de trabajar con Félix Ibarrondo, uno de los compositores vascos actuales más importantes, para llevar a cabo un proyecto sobre su obra En dehors, que además ha sido objeto de estudio en mi Trabajo de Fin de Grado en Musikene. No obstante, también habrá otros tipos de obras de compositores como Gorosarri o Guinovart», avanza este profesor en la Escuela de Música de Bergara.
Además de esta fecha, junto a compañeros de estudios, Sagalá ofrecerá conciertos. El primero, fue ayer jueves en Iruñea. El domingo 19 de mayo por la tarde actuarán en la Escuela de Música y Conservatorio Bartolome Ertzilla de Durango, «donde estáis todos invitados», anima este también estudiante de Filosofía, Política y Economía, y concluye: «También daremos otro concierto en la Escuela Municipal de Música de Donostia el lunes 20 de mayo a las 19:00 horas».
Una película: Buf, hay tantas… Hace poco vi las dos de Kill Bill con mi compañero de piso, y nos parecieron flipantes.
Un libro: Mirall trencat, de Mercè Rodoreda, una de las escritoras catalanas más relevantes del siglo pasado. Me lo recomendó una buena amiga.
Una canción: Parque acuático de El Kuelgue.
Un concierto que haya visto: En octubre del año pasado pude escuchar a Nadine Sierra y a Javier Camarena cantar Roméo et Juliette, de Charles Gounod. Fue espectacular, sabiendo además que Sierra cantó el primer bis de su carrera.
Un o una txistulari: Aitor Amilibia. Un referente, que he tenido la suerte de tener como profesor.
Una cualidad propia: Persistencia.
Una manía: De vez en cuando me sigo mordiendo las uñas.
Un viaje a: Japón. Tengo casi todo preparado para ir a visitar el país este verano.
Un cuadro: Armonía (1956), de Remedios Varo. Es un cuadro sobre el que estamos trabajando para una de las obras de mi Recital.
Una comida: Pasta a la carbonara.
Una bebida: El café, pero el de después de comer.
Un sonido: Los aplausos al final de un concierto.
Un olor: No sé si es bueno o no, pero como a muchos, me encanta el olor a gasolina.
Un tacto: El césped.
Una vista: El atardecer desde el muro de Sagüés en Donostia. Y si es con un yogur del Uh-Mami mejor.
El último monte que ha subido: Erlo, Kakute y Xoxote, entre Azkoitia y Azpeitia.
Una colonia: Authentic, de Abercrombie & Fitch.
Sueño más repetido: Se dice que los sueños no se tienen que contar.
Un sueño por cumplir: Me encantaría lograr juntar mis dos especialidades, la música y la rama de la filosofía o la de la política y la economía.
¿Qué prefiere Facebook, Twitter, Instagram, Tik Tok…?: La que más utilizo entre todas esas es Instagram.
¿WhatsApp o Telegram?: WhatsApp.
Un instrumento musical: Me gusta mucho el violonchelo.
Una ilusión: La llegada del invierno y de la navidad.
Una pasión: La cocina. Me gusta mucho cocinar y probar cosas nuevas.
¿Recuerda con quién se hizo una foto de Fotomatón y dónde?: El año pasado con una amiga, en el fotomatón que está al lado del bar Artikutza, en Antiguo.
