Ningún gobierno rescata el nombre de las 337 víctimas del bombardeo fascista de Durango de la capilla franquista y católica
Iban Gorriti
El cementerio de Durango mantiene el nombre de las 337 víctimas del bombardeo del 31 de marzo de 1937 en la capilla franquista y católica. Aunque el fallecido alcalde de la villa Juan José Ziarrusta lo denominó durante su mandato como espacio de paz y reconciliación, a día de hoy, en 2023, ese edificio construido en el momento en Franco ganó la guerra española en 1939, continúa siendo un inmueble municipal franquista y católico. De sus paredes aún cuelgan un cristo, una pila bautismal, ventanales en forma de cruz, y todo ello bajo otra cruz exterior de grandes dimensiones y arte funerario franquista.
Es decir, en esta legislatura que finaliza, no se ha resignificado el lugar ni se han dado pasos para que sea aconfesional o, al menos, para que se rescate de ahí los nombres de personas que no eran de religión alguna como comunistas, anarquistas o algunos socialistas. De este modo, las víctimas del bombardeo siguen siendo víctimas del franquismo heredado de aquella guerra española que los demócratas perdieron.
En otros municipios, caso de Lemoa, Bildu y PNV aprobaron la demolición de otra cruz similar en 2014. Hay que recordar que la capilla del camposanto de Durango se erigió al acabar la Guerra Civil «para honrar a los mártires y héroes de campaña en el cementerio de Santa Cruz», tal y como consta en el Archivo Municipal de la villa.
Casi una década atrás, con Juan José Ziarrusta como alcalde de la villa, el regidor del PNV puso en marcha un proyecto para eliminar la simbología franquista del inmueble. Se desvistió el interior de las placas de mármol con los nombre de los «caídos por España», incluso las «gloriosas» vidrieras -en la actualidad hay cristales- y la simbología exterior, excepto la cruz gigantesca franquista que sigue siendo el pico de altura del cementerio. Es decir, se quitó incluso el símbolo de Cristo de la entrada y se dejó su forma de escudo, pero no la cruz.
Monumentos que rodean la capilla
Alrededor de la capilla que los franquistas construyeron destruyendo la anterior, hay otros monumentos. Uno es de recuerdo al batallón Otxandiano, de gudaris del PNV. Muy cerca, de dimensiones un poco más grandes hay otro de piedra en el que se lee la fecha 31 de marzo de 1937, en referencia al bombardeo contra Durango que efectuó la aviación legionaria de Mussolini, tras una planificación militar firmada por la Legión Cóndor de Hitler y solicitada por los generales golpistas españoles Franco, Mola y Vigón.
Como curiosidad este segundo monolito tiene simbología religiosa al esculpirse sobre él una cruz cristiana. Es decir, cuando se hizo y se ubicó ahí se impuso a todas las personas fallecidas que fueran cristianas, cuando muchas de ellas no lo eran. Es decir, el Ayuntamiento de Durango volvió a imponer a toda una población que fuera católica, no teniendo en cuenta una vez más a los laicos.
A continuación, un texto publicado el año pasado: