Una familia de Toledo, cuya pariente murió en la cárcel de Durango, da gracias al Ayuntamiento y a este diario digital
Memoria Muga
Una familia de Toledo envía agradecimientos mediante este periódico digital en relación a los trabajos realizados tanto desde MUGAKULTURA.EUS como desde Ayuntamiento de Durango, asociaciones y otros agente culturales en relación al estudio de la cárcel que almacenó a mujeres llegadas de todo el Estado durante la dictadura franquista, acabada la denominada Guerra Civil. De forma especial a José Ángel Orobio-Urrutia, persona que «descubrí» -matiza- estos datos sobre esta prisión. Orobio-Urrutia era entonces el archivero municipal.
Celebración reciente del cumpleaños del abuelo de la familia Lancha-Escribano.
La familia tiene previsto visitar la villa en los días cercanos al fallecimiento del bebé Ángeles Lancha Carmena -en los documentos y placas del Ayuntamiento aparece con los apellidos incorrectos de Landa Carmona, errores de la época- el pueblo de Durango y los lugares que sufrió tanto su abuela Plácida como la familiar muerta con 11 meses, arrebatada por las monjas de sus brazos.
Plácida y su hija fallecida en Durango. FAMILIA LANCHA-ESCRIBANO
La familia envía a este periódico los siguientes agradecimientos:
Para Ayuntamiento y colectivos
«Nos gustaría desde estas líneas agradecer al Ayuntamiento de Durango y a los colectivos (Gerediaga Elkartea, Durango 1936 Kultur Elkartea, Kriskitin Dantza Taldea, Aranzadi) que lo han hecho posible el homenaje que se ha hecho a los fallecidos en la Cárcel de Durango, entre los que se encuentra nuestra Tía Angelita. Han sido muchas las veces que mi abuela nos contó como perdió a su hija y siempre era doloroso para ella, pero estoy segura que vosotros con este homenaje, donde quiera que esté, la habéis hecho feliz, igual que a mi. Gracias».
Para el periodista Iban Gorriti
«Por ayudarnos a encontrar la verdad sobre nuestra tía Angelita, por tu dedicación con este tema, porque te has implicado desde el principio y gracias a ello hemos podido llenar el vacío que nuestra familia tenía, porque aunque todos albergábamos la esperanza de encontrarla viva, al menos poder cerrar este capítulo ha sido también un descanso. Y gracias por el audio de cumpleaños a nuestro padre es precioso. Una y mil veces, gracias».
Reclusas de la cárcel de mujeres franquista de Durango. Entre ellas, Plácida con Ángeles en sus brazos. Durangoko Artxibo Historikoa
