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‘El villancico ‘Mesias sarritan’ es durangués, y, ¿’Hator, hator’?’, por Anisia Serendipia

Anisia Serendipia

 

Hator hator 

Trakatan trakatan_ Iru errege aundiak eldu dira urrutik aur baten ikustera munduko edertatik. Artzaiak Belen´era dakarten adiñak, ardiak elur baño bai txuriagoak_ Miguel de Unamuno escribió esta poesía que titula Gabon-Abestia y que dedica a Bartolo de Ercilla, en una época en la que el filósofo y el músico mantenían amistad (decenio de los 80 del siglo XIX) ¡quién sabe si con la intención de que este compusiera su música! Con 12 estrofas en euskera, la séptima se la dedica a nuestra lengua: Geure euskera baño berba ederrago ezta gauza ain aundi zelebratutako.

Por aquella época de amistad con Bartolomé de Erzilla, Miguel de Unamuno disputará por conseguir la cátedra de euskera de Bizkaia, que se reclama ya en la prensa tras  la celebración de las Fiestas euskaras en Durango (1886): Apenas han terminado los Juegos Florales de Durango, donde se ha rendido culto al vascuence, y creemos que los diputados provinciales que han representado a la corporación en esas fiestas han de ayudarnos en nuestra solicitud (la cátedra del vascuence).

El diputado Aureliano de Galarza defenderá en 1887 la instauración de la cátedra en Bilbao por ser la población de Vizcaya con más habitantes, porque gran número de los mismos hablan el vascuence y singularmente los de las anteiglesias inmediatas y porque en Bilbao se hallaba el Instituto Provincial al que accedían jóvenes de toda la provincia. La asignación de un sueldo de 1.500 ptas. se explicaba por ser ésta la cantidad con que se remuneraba en Guipúzcoa la misma enseñanza. El Boletín Oficial de la Provincia de Vizcaya publica la convocatoria de la cátedra el 17 de febrero de 1888, a la que se presentaron Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864),  Resurrección María de Azkue (Lekeitio, 1864), Sabino de Arana Goiri (Abando, 1965), Pedro Alberdi, Eustaquio Madina y Luis Iza Aguirre. Resultó elegido para la citada plaza de Profesor interino de lengua vascongada en el Instituto Vizcaíno D. Resurrección Mª de Azkue desatando la polémica dado que el mejor candidato era Miguel de Unamuno, quedó segundo en la liza, quien partía con ventaja académica: Doctor en Filosofía y Letras, que suponía conocimientos especiales en materias literarias y filológicas. En palabras de Sabino Arana: Antes de esto pretendió (Unamuno), a la vez que Azkue y yo, la cátedra de euzkera. Yo presenté un programa completo de Gramática. Azkue presentó el título de ser hijo de un poeta euzkeldún; en aquella fecha hablaba mal el euzkera (según confesión propia), pues lo había olvidado en la carrera, y no lo conocía gramaticalmente. Unamuno no sé lo que presentó: era autor de un regular número de artículos sobre la lengua.

Resurrección María de Azkue, sacerdote Bachiller en Teología, sus estudios no tienen relación directa con la literatura y filología. En sus propias palabras: Creo que más que mis dos trabajitos habrá contribuido a la votación el trabajazo que dentro de la Diputación se tomó a favor de su coterráneo el Diputado lequeitiano don Pascual Larrazábal. En apariencia, las amistades personales y favoritismos locales jugaron su papel a la hora de otorgar la plaza.

Una década después, en 1898, Casa Dotesio culmina la edición de los seis volúmenes de la Colección de Cantos Vizcaínos, incluso los de Los Plateros y del Duranguesado arreglados para canto y piano por B. Ercilla (número de planchas 10268-10273).  En el primer volumen de los 6 que conforman la Colección, el 3 de abril de 1898 se anuncia en la prensa la publicación del segundo volumen (número de plancha 10269), Bartolomé de Erzilla recoge entre otras composiciones las partituras arregladas por él para canto y piano de las canción de navidad  Gaboneco kantac, por los célebres plateros de Durango, personajes a los que Camilo Villavaso (diputado a Cortes por Durango en 1876) describe así  en su obra Historia de Durango: ciertos individuos llamados Lafuente, de origen castellano y que han dejado fama dulce y jovial en Durango, por  su probada hombría de bien, su carácter bien humorado y festivo, sus ingenuidades y agudezas. Estos fueron los famosísimos Plateros de Durango, laboriosos, frugales, desinteresados, célibes, elemento obligado de toda función religiosa y popular en la villa y su comarca, siempre alegres y festivos, fecundos en donosas ocurrencias , figurando en primer término en todas las romerías, ferias y regocijos populares. De ellos conserva la tradición oral chistosas anécdotas y saladas ocurrencias. Los duranguenses aman su memoria y se regocijan cuando de ellos se les habla.

En el ámbito de la cultura vascongada de la segunda mitad del XIX, fue muy influyente el círculo de Trueba. De ese formarán parte, aunque de forma periférica, Miguel de Unamuno, fascinado por Trueba en su juventud, y el propio Bartolomé de Erzilla. Antonio de Trueba, padre de la Provincia e historiador del Señorío que había residido algún tiempo con su familia en Durango, desconfiando un poco de la tradición oral, escribe una semblanza de los plateros en la revista Euskal Erria (1884): Eran estos naturales de durango, el mayor era Antonio y a este seguía en edad Juan Cruz, ambos eran grandes bailarines pero particularmente Antonio. Juan Cruz era el bertsolari y tocaba el silbo, la música para los populares versos de Juan Cruz la componían entre ambos, Versos y música corren manuscritos y en mi poder obra un ejemplar perteneciente a su sobrino Francisco de Sales de Lafuente, a cuantos informes debo esta noticia. La colección de canciones, generalmente en vascuence, algunas bilingües, todas con la música anotada a la cabeza de la letra, y todas picarescas, comprenden los siguientes títulos: Causino.-De las moscas.-Arcacusua.-Duña criada da sensañac.-Viaje de Arratia.-Marineros.-Arre pocho.-Asuntos de caseros.-De los chisperos.-Monzona.-Reloj de Dima.-Aita Palacios.-gaboneco cantac- Debieron nacer de 1750 a 1760 y fallecieron entre 1830 y 1834. Vida más serena y alegre  que la suya no se recuerda en Durango, pueblo fecundo en estas serenidades y alegrías.

Importante escrito el de Trueba porque en él recoge varios de los títulos  que Ercilla integra en la Colección de Cantos vizcaínos […] , aunque en las partituras, salvo  en la que ahora mencionaremos, no figura la autoría. Se trata de una recogida  en el  volumen 1 de la Colección de cantos vizcainos […] de título Gaboneco kantac. Canciones de navidad por los célebres Plateros de Durango. En el resto de los enumerados por Trueba y arreglados por Erzilla para canto y piano no figura su autor. La Colección de Cantos vizcaínos […]  incluye en su primer volumen la letra de varias coplas “cantadas” por los célebres plateros: Cousiño y De las moscas.

Días después de la publicación del segundo volumen de la Colección de Cantos vizcaínos […] , Resurrección María de Azkue escribe a B. de Ercilla una carta, fechada en Bilbao el 12 de abril de 1898, en la que se queja de que en los tres primeros volúmenes, habla ya de tres, de sus cantos vizcaínos no cita la procedencia de algunas composiciones poéticas, de su difunto padre, y le ruega que en el primer volumen que salga publicado diga cuales de las composiciones publicadas en los tres primeros pertenecen a él. Con cierta extrañeza he visto en los tres primeros volúmenes (aparentemente se acaba de publicar el segundo)  que a pesar de haberse servido de composiciones poéticas de mi difunto padre no haya dicho usted ni una palabra, como es costumbre, acerca de su procedencia… usted comprenderá que me es algo ingrato escribir esta carta pero créame V. que me costaría menos renunciar a mis derechos (si mías fuesen las poesías) que a los de mi padre los cuales en justicia no puedo renunciar. Es sabido que el padre de R. M. de Azkue era poeta, como recuerda Sabino Arana: Azkue presentó el título de ser hijo de un poeta euzkeldún, pero, en realidad, estas composiciones que alega como propias de su padre quien sabe si no las podría haber recogido a su vez de versiones…  Los estudios folklóricos están sujetos a error, dado que los cantores rurales de ser en cierto modo autores e intérpretes, pues modifican a su capricho, y para mayor lucimiento de sus facultades vocales, las melodías aprendidas de sus mayores. A veces por lapsus mnemotécnicos, a veces para mejorar  lo que consideran mejorable…Además, hay que tomar en consideración que Bartolomé de Ercilla  había sido nombrado en 1896 representante en Durango de la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música domiciliada en Madrid, cuesta creer que conociendo su autoría, o tal vez no lo sabía con certeza, no lo mencionase en su Colección de cantos vizcainos […]. Bartolomé de Erzilla fallecerá ese mismos año (1898).

Cambiando de siglo, Azkue recoge en el primer volumen del Cancionero popular vasco 1001 cantos, entre ellos composiciones basadas en el folklore. En la clasificación de canciones báquicas, aporta la partitura de Atór, mutil, hoy conocida como Hator, hator (mutil etxera) probablemente gracias a los arreglos para canto y piano de Jesus Guridi. Azkue señala que la recoge de dos antiguos claveros de Otzandiano y,   como es habitual, hizo algunas correcciones de lenguaje que incluye en el Cancionero para que no me tengan por plagiario. La letra guarda ya más semejanza con la versión que ahora cantamos e incluye la voz  Atór, que no aparece en la canción de los plateros.

El compositor Jesús Guridi (1886) desarrolló una inmensa labor de divulgación de la música coral vasca armonizando una gran cantidad de obras de carácter popular, entre las que destacan las tres series de Cantos populares vascos, que incluye el Ator, Ator, ator mutil (Canción de Nochebuena, 1920). Primero publicó una versión para voz y piano, y posteriormente la armoniza para coro,  a través de esta última adaptación, se ha difundido y grabado en nuestra memoria musical.

Volviendo al siglo XIX, en la segunda y tercera partitura de Gaboneco kantac que recoge Erzilla en Colección de Cantos Vizcaínos […]  vemos que el texto que se aporta coincide con varias partes del texto del villancico que conocemos hoy como Hator, hator aunque estas palabras no figuran en la dulce partitura armonizada por Erzilla: gabon gaba celebratzeco amaren da amaren ondoan… eraguijoc mutil eraguijoc mutil…aurreco tamboliñori gastañac eguin artian,… gabon gaba celebrate dezagun. Estos serían fragmentos de los versos de Juan Cruz que se han mantenido a través de los años y las diferentes versiones.

De nada, nada se hace, le dice el Rey Lear a su hija Cordelia. Nada surge de la nada y el villancico Hator  hator no será una excepción. “El hombre armado” es una de las melodías populares europeas más antiguas de la que se tiene noticia, y es posible que la primera obra compuesta sobre esta melodía fuera una ópera anónima, una canción del Renacimiento cuya melodía fue usada con mucha frecuencia por los compositores de la época en sus misas, hasta el punto de que se conservan alrededor de 40 composiciones distintas tituladas Missa L’homme armé. Es la utilización de la misma melodía (o cantus firmus) a lo largo del tiempo como base para la composición. Los villancicos, a menudo no nos son conocidos de forma directa, sino a través de su empleo como soporte de numerosas composiciones. Las melodías de estas composiciones son escuchadas repetidamente, a lo largo de su extensión en el tiempo y sometida a diversas variantes, mensuraciones y artificios. Así ha sucedido con el villancico Hator hator, la variante que conocemos hoy de la Gaboneco Kantac de los plateros de Durango, es la de Gurudi, a través de la recogida por Azkue de unos claveros  de Otxandio a los que un siglo separa de los plateros de Durango. Es muy interesante observar  las variaciones que una melodía sufre al transmitirse de forma oral, incluso en zonas geográficas próximas.

No hay rastros de que la inspirada versión arreglada para canto y piano por Bartolomé de Erzilla a finales del siglo XIX alcanzase el éxito de su Mesias sarritan + Belengo portalian pero esta es una versión del conocido como Hator, Hator  que resulta muy sugerente y evocadora del espíritu alegre y jovial de los plateros. Aunque, lo importante para nosotros, los duranguenses, lo que más llama la atención en el caso de este morfologismo popular, es que de los villancicos más populares y conocidos en Euskal Herria en la actualidad, dos de ellos, son rubricados por personalidades de la villa. Y que ambos fueron armonizados por el compositor Bartolomé de Erzilla, dando brillo al pasado musical de Durango.

Y a otro le parecerá otra cosa

 

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