‘130 años después’, por Anisia Serendipia
Anisia Serendipia
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MESIAS SARRITAN + BELENGO PORTALIAN
130 años después de su estreno en la parroquia de Santa Ana de Durango
Año de 1892
El 18 de diciembre de 1892 tuvo lugar en San Petersburgo el estreno mundial del ballet El cascanueces, opus 71 de Chaikovski. Se trata de un cuento de hadas cuyo libreto fue escrito basándose en la adaptación que realizó Alejandro Dumas del cuento de Hoffmann El cascanueces y el rey de los ratones, una historia que transcurre en la víspera de Navidad. Actualmente, el ballet El cascanueces forma parte de las celebraciones de la navidad en gran número de países occidentales, con representaciones en muchos de los teatros del mundo.
Una semana después, el 25 de diciembre de 1892, nuestro compositor Bartolomé de Erzilla estrenó en la Iglesia de Santa Ana de Durango su obra más célebre, el villancico AL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS. Coro á tres voces y zortzico para solo de tenor, su opus número 51.
El villancico, que pronto pasó a ser conocido popularmente por los primeros versos de cada una de las partes de la composición: como Mesias sarritan el villancico y el zortziko para solo de tenor, de título original Aurcho chiquiya como Belengo portalian o Belengo, está dedicado a su distinguido amigo y Maestro Cástor de Gorrichategui, su maestro en Durango, donde probablemente hubiera regentado una academia de música y, desde 1882, organista en la parroquia de los Santos Juanes de Bilbao.
La letra, como figura en la partitura editada por Dotesio en 1895, es del poeta don Balbino Garitaonandia, párroco que fue de Santa Ana, y el propio Bartolomé de Erzilla, muy aficionado a los coros, dirigió esta audición a la que acudió con mucho interés y entusiasmo la afición musical de Durango. En la misma actuaron como tiples: Eulogio Coscorrosa y Julián Bilbao; como tenores: Esteban Belaustegui (solista), Pablo Aranguena y Ramón Iñurrieta; como bajos: Ramón Díaz, Julián Bilbao (padre), Feliciano Ariznabarreta y don Juan Zabala, Pbro.
Año de 2022
Ahora, 130 años después del estreno de esta canción de Navidad, se nos presentaba una ocasión única para realizar una grabación connaisseur de villancico que, según palabras del párroco de Santa Ana en 1954, al de pocos años se hizo tan popular, que apenas existió parroquia en todo el País Vasco, y el algunas iglesias Conventuales de Filipinas y Repúblicas Hispano-Americanas, que durante las fiestas navideñas, los Coros parroquiales no cantaran con tierno amor y cariño al Niño-Jesús, el villancico vasco durangués. En Palabras de José Antonio Arana Martija habiendo conseguido lo que pocas melodías: ser tenido por popular y ser cantado, aún ahora, en las reuniones navideñas.
Un villancico alegre, fácil de entonar, de nuestro acervo popular pero compuesto por un vecino de Durango y estrenado bajo su dirección en una iglesia de esta villa hace ahora 130 años, discurridos a lo largo de tres siglos, XIX, XX y XXI, sin dejar de sonar.
Para conmemorar y celebrar este 130 aniversario de su estreno hemos publicado la obra 130 años después de su estreno en la parroquia de Santa Ana de Durango, un librillo de 12 páginas que recoge la documentación recabada sobre este villancico en el marco de la investigación La primavera del pianista Bartolomé de Erzilla 1863-1898, que presentaremos en sociedad en breve. También adelantamos en primicia el lanzamiento de un sencillo en vinilo en el que el Mesias de Bartolomé de Erzilla no habrá de compartir palmarés con otros autores en recopilaciones de Gabon kantak.
Un entrañable homenaje al músico nacido en Durango que fue pianista, compositor, creador y director del orfeón Iparraguirre, director anexo de la Coral bilbaína, profesor de solfeo y piano, representante en Durango de la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de música domiciliada en Madrid, director de la primera banda de música municipal de Durango (1897-1898), y folclorista autor de la Colección de Cantos Vizcaínos, incluso los de Los Plateros y del Duranguesado arreglados para canto y piano, preparada por Bartolomé de Ercilla.