PLANES · Mañana en el monte Saibi, un necesario homenaje 85 años después y abierto a la ciudadanía

Familiares de combatientes republicanos muertos en la cruenta batalla librada en el monte abadiñarra Saibi -nombre oficial según Euskaltzaindia; y no Saibigain- durante la Guerra Civil invitan a un acto de recuerdo de la efeméride que se llevará a cabo mañana jueves, 85 años después. El encuentro abierto a toda la sociedad dará comienzo a las 11.00 horas en la cumbre. La organización espera la asistencia de autoridades –que lo harán a título personal-, colectivos memorialistas y resto de ciudadanía.

Batallón Arana Goiri en la posición de San Pedro. Sabino Arana Fundazioa

Durante la ofensiva del ejército franquista –Franco asumió la jefatura de Estado el 20 de septiembre de 1936 en el campo sublevado- para apoderarse de Bizkaia, los batallones vascos y asturianos defendieron durante varios días la sierra de Urkiola a fin de frenar el avance enemigo. Este hecho supuso para aquel ‘Ejército de Euzkadi’ y sus aliados centenares de bajas, entre muertos y heridos. El episodio más relevante tuvo lugar en el monte Saibi el 14 de abril de 1937, cuando el batallón Arana Goiri, del PNV, encabezado por su comandante Felipe Bediaga Aranburu, reconquistó la cumbre. Este gudari “murió de un disparo en el mismo instante en que colocaba la ikurriña en la posición recién tomada”, valoran desde la organización. Aconteció el día de conmemoración del sexto aniversario de la proclamación de la Segunda República.

Detallan, asimismo, que en medio de una tormenta y de las complicaciones de la guerra, el cuerpo de Bediaga y los de sus hombres muertos, “jamás fueron encontrados, siendo muy probable que aún permanezcan en el terreno”. A fin de estar más cerca de ellos en estas fechas, la familia de Felipe Bediaga ha organizado un homenaje extensible a todas aquellas personas que combatieron y sufrieron en la contienda”, recalcan.

«Triste episodio de una guerra impuesta»

El acto tendrá lugar junto a la placa puesta a mediados de los 70 -colocada sobre una cruz franquista- que recuerda a los gudaris y milicianos republicanos muertos en la batalla. El programa contempla una lectura de cartas y poemas; la música de los txistularis; la presencia de recreadores vestidos de época representando a los gudaris, milicianos republicanos y enfermeras vascas; para finalizar con una ofrenda floral donde “cada flor simbolizará una vida perdida en aquel heroico y triste episodio de una guerra impuesta”, estima el investigador Aitor Miñambres, uno de los organizadores del acto.

Al acto, en el que se espera la asistencia de autoridades, está invitada toda la ciudadanía y, de manera especial, aquellas personas y colectivos vinculados a la memoria histórica. Este homenaje cuenta con la colaboración del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango y el respaldo del Ayuntamiento de Abadiño. El alcalde de este municipio, el jeltzale Mikel Garaizabal hace un llamamiento para acudir a la cita memorialista. «Invito, en nombre del pueblo y Ayuntamiento de Abadiño, a tomar parte en este necesario homenaje del jueves en Saibi, zona protegida y testigo de cruentas batallas hace 85 años. Será un encuentro de memoria y recuerdo para seguir construyendo paz», aporta.

Para las personas interesadas en acudir en grupo, el lugar de partida será el Santuario de Urkiola, comenzando el ascenso a las 10.00 horas. Las agrupaciones Frentes de Euzkadi, Lubakikoak y Memorial del Cinturón de Hierro recrearán a los gudaris, milicianos y enfermeras de la Sanidad Militar de Euzkadi.

Esquela de Bediaga en el periódico Eguna.

«Pillipa Bediaga»

El diario jeltzale Eguna dedicó un obituario a Bediaga, muerto en la cumbre, a quien denomina en euskera como “Pillipa” y considera «mártir abertzale». Él fue comandante del batallón Arana Goiri, primera unidad militar del PNV del tipo de batallón. Bediaga dirigió la batalla de Elgeta del 4 de octubre desde la primera línea de fuego. Resultó herido entonces y seis meses después murió de un tiro en la reconquista del monte Saibi al frente de su batallón el 14 de abril de 1937, día en el que contabilizaron más de medio centenar de bajas.

El redactor de Eguna destacó precisamente que en las batallas fuera ejemplo estando en la línea del frente, «delante de sus gudaris». Y murió «herido con fuego en el corazón», «mirando a la cima» y tras plantar una ikurrina que ondeaba con el color de su sangre. «Los fascistas han matado a Bediaga (…) Como también cayeron ayudantes suyos como el capitán Olano».

El periodista concluye el texto asegurando a pesar de que el cuerpo de Bediaga «se llenó de sangre y cayó, su recuerdo vivirá por siempre. Ese será nuestro mejor homenaje».