‘Rayan’, por Mariano Martín
Mariano Martín
A la Puerta del Cielo llamando
con voz inocente y pidiendo,
le dejen pasar reclinando
un niño esperó sonriendo.
En la Tierra pasó recreando
los sueños que fueron naciendo,
según su camino marcando
el destino en su ser y viviendo.
A las flores oí sollozando
las estrellas con pena y gimiendo,
el Mundo expectante y rogando
esperanza a un cuerpo sufriendo.
Y la luz se apagó delirando
rebuscando razón incluyendo,
en lo oscuro el motivo basando
los hechos que van sucediendo.
La Puerta se abrió señalando
un lugar especial existiendo,
para tal Corazón que cantando
al Alma llevaba asistiendo.
Y Dios, todo Amor, abrazando
y que a nada abandona aún muriendo,
dijo, ven, Yo te estaba esperando
ya serás Uno Conmigo rigiendo.