RUFO OÑATE ALZERREKA: «Tras ser carbonero, yo fui el primer repartidor de butano de Durango»
Rufo Oñate Alzerreka tiene a día de hoy 86 años. Nacido el 16 de noviembre de 1935, fue evacuado en la Guerra Civil a la capital Donibane Garazi. A su regreso a Durango, un 24 de enero después de ir a cortarse el pelo fue a visitar a un amigo a un caserío y allí perdió su brazo izquierdo al ser disparado con una escopeta en el camino de Durango a Elorrio. Dos años después, ya estaba trabajando. «He tenido más oficios que nadie para poder salir adelante. A mí no me ha ayudado nadie, ni de ningún partido político, ni recibí alguna beca por ser el único del pueblo sin brazo… Fue una vida entonces muy puta, muy puta», subraya.
A los 14 años trabajó para la carbonería de los Larringan en Komenku kalea, donde hoy está el sindicato LAB. «Allí estuve de los 14 a los 20», detalla. Más adelante, puso por su cuenta una carbonería en Santanoste, donde también guardaba la mula que tenía. «Yo estaba de renta», matiza.
Botellas de butano a 3 pesetas
En aquellos momentos el butano comenzó a desterrar el uso del carbón: aquella antracita, lignito… que vendía. «Yo fui el primer repartidor de butano de Durango. Aún recuerdo que las botellas eran a 3 pesetas. Iba hasta Arriandi con la carreta».
Rufo continuó haciendo otros trabajos y le ofrecieron ser vigilante en Tadu. «Menos mal, porque gracias a aquel trabajo hoy estoy cobrando, si no, hoy no tendría nada. Porque yo he salido adelante por mí mismo con mi madre viuda y sin brazo. No tengo nada que agradecer a nadie. Fue una época de mi vida horrorosa».
Las bonitas imágenes de este reportaje son propiedad de José María Uriarte Astarloa y custodiadas por el Archivo Municipal de Durango. Aunque se desconoce de qué año son, le vemos pasando por la hoy llamada Askatasun etorbidea, frente al chalet de Ortiz de Zárate.