‘A Olivia y Anna’, por Mariano Martín
Mariano Martín
Una espina se ha clavado
en mi tierno corazón,
y el temor me ha destrozado
la esperanza y la ilusión.
Me sentía emocionado
pleno de gratulación,
en la Vida que me ha dado
una fe en satisfacción.
Pero el sueño ha despertado
lo dormido en la razón,
y el dolor me ha cercenado
toda bella exposición.
Si traté con gran cuidado
al Amor sin condición,
dime Dios qué me ha matado
y si merezco Tu perdón.
Por cada Flor que se apaga en la Tierra
una Estrella se enciende en el Cielo.