Un plan infalible de escape en pandemia entre viñedos

Una de las ventajas que nos ofrece el mundo de la autocaravana es sin duda la posibilidad de cambiar de planes a última hora. Nadie se sorprenderá si afirmamos que no es lo mismo un fin de semana lluvioso que uno soleado. Pues eso, que si planeamos salir de fin de semana con nuestra motorhome y el tiempo se pone caprichoso, tenemos la posibilidad de cambiar de planes a última hora. Y en eso, nuestro preciado país resulta de los más variopinto.

Sin entrar en explicaciones magistrales sobre geografía, es obvio que no hace el mismo tiempo en la vertiente atlántica de Euskal Herria que en la vertiente mediterránea. Es por eso que, en unos pocos kilómetros, en apenas una hora nuestra percepción climática y de desconexión laboral cambia por completo.

Así las cosas, en este reportaje os queremos invitar a saltar a tierra de viñedos, a esa delgada línea del color del vino que marca la divisoria entre las tierras vascas y riojanas, a esa ribera fluvial frontera sur del país de los vascos.

Área de Casalarreina.

En esta ocasión nos acercamos a la zona de Labastida–Casalarreina–Ezcaray, poblaciones todas ellas que cuentan con área de servicios para autocaravanas, lo que nos permitirán no tener ningún tipo de problema durante nuestro viaje para cargar aguas limpias o realizar el vaciado de aguas grises.

Área de Ezcaray.

Es un lugar espectacular tanto para escapadas con marcado carácter familiar como para escapadas enfocadas al disfrute gastronómico, sin dejar a un lado el interesante mundo del vino y sus bodegas. Para esta última opción la variedad es infinita, desde bodegas-museo de última generación, hasta bodegas más familiares que aúnan el encanto del vino con la cercanía de sus gentes.

Autocaravana de Baskervan.eus en Labastida.

Para escapadas familiares que buscan disfrutar de la naturaleza, Ezcaray y alrededores ofrecen infinidad de posibilidades, desde paseos cortos a paseos que requieren de toda la jornada para realizarlos. Obviamente, en época invernal su estación de deportes de invierno se convierte en su atractivo principal.

En este post nos decantamos por la ruta-vía verde del Oja, que une Ezcaray con Haro, pasando por Casalarreina. Es una vía sin apenas dificultad que cuenta con cerca de 40 kilómetros, su larga distancia hace que hacerla en una sola jornada sean palabras mayores, pero tranquilamente se pueden adaptar las etapas a nuestras posibilidades, mucho más si vamos con niños. Además de las citadas localidades, a lo largo del camino pasaremos por numerosas localidades, que se prestan a pedalear/caminar más despacio y disfrutar de sus calles, edificios o parques, sin descartar para nada refrescar los pies en algún regato del río.

Puente romano del Priorato, en Cihuri.

De cara al verano, uno de los alicientes con los que cuentan estas localidades son las piscinas municipales, que quedan además muy próximas a las áreas. Además de zonas de picnic y deportivas, por lo que la estancia resulta muy amena.

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