Parada y fonda en el Bar Siglo XX de Durango

Anisia Serendipia

Del Bar Siglo XX, que Domingo Goikolea abrió como Fonda y Restaurante Casa Txomin a finales del siglo XIX, pasa a encargarse, con la llegada del nuevo siglo, su hijo Patxi.

Bar Siglo XX. Archivo Municipal de Durango

Como era habitual cuando yo era niña, los domingos por la mañana se iba a dar una vuelta por el monte y, de regreso, parada y fonda en Ezkurdi. A veces, según la ruta, en el bar Moscú o en el de Izurtza, junto al frontón pero, el siglo XX era uno de los que recuerdo por su tremendo bullicio, el ajetreo producido por el ir y venir de platos a la hora de las rabas es inolvidable, ahora más presente que nunca.

Dentro sus mesas de mármol y patas negras; sus tazas de café blancas con el nombre en añil Siglo XX; aquella mastodóntica barra, creo que haciendo curva, de madera; ¿Sus grandes espejos? Tal vez eso fuera en el Café Lapiko… En el exterior, la maravillosa parra.

El Siglo XX, que podemos recordar gracias a la fotografía aportada por el Archivo Municipal de Durango, se cerró a mediados de los años 70. Los últimos años del Café y Fonda los regentó Revuelta, el de la heladería pero, yo recuerdo haber vuelto a sentarme después bajo esa parra, ya con mis amigas, una vez que se abrió como local para algunas fiestas.

Echo la vista atrás, añoro el viejo Ezkurdi de entonces: Café Siglo XX, el bar del Hotel Miota con su puerta giratoria, Bar Bikandi y su “bocado” de jamón ¿a 5 pesetas?; el Juego de Bolos… Pero es ahora cuando lo aprecio porque yo, niña, solo quería lo «rompedor» de entonces, ir a snack-bares, sitios con taburetes altos de sillín giratorio, a ser posible de cuero rojo. Y soñaba tomarme “un KAS en dos” con Rock Hudson a la barra en curva del mueble-bar tapizado en cuero capitoné de su apartamento de Nueva York…

Aita, a casa no ¡al Americano!

Bar Txoko, sinónimo del buen comer para más de una generación