Osteguna,
2024ko Maiatzak16

MugaKultura

loader-image
Durango
2:53 pm,
temperature icon 16°C
Humidity 49 %
Ráfagas de viento: 20 Km/h

Allí es húmedo el terreno y sombrío es el trabajo para que las estrellas sean verdes y, brillen en la noche

Anisia

Anisia Serendipia

Allí es húmedo el terreno y sombrío es el trabajo para que las estrellas sean verdes y, brillen en la noche

MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ En Halloween es normal que los vivos intenten parecerse a los muertos, pero es solo por una noche. He visto que este fin de semana las historias de brujas copan la cartelera de estrenos en los cines: Las brujas, Jóvenes y brujas: un grupo de estudiantes deciden formar un akelarre. Sí, hoy es la vigilia del Día de Todos los Santos y he recordado una exposición de fotografía que trajo a Durango Pablo Trenor hace ahora 5 años: en una casita de cuento, según subes a la izquierda y luego a la derecha, cinco fotos esbozan una historia. Puede ser una  cualquiera, una de esas que comienzan con un Era una noche oscura y tormentosa  o con un simple Érase una vez… unas ramas secas en el suelo húmedo del bosque;  la mano de un niño que muestra un trocito de musgo (podría ser la de Hansel o Gretel);  una luz en el centro de la noche;  la evocación de una madre muerta cuyo lugar ocupa ahora una malvada madrastra, o la malvada bruja de la casita de chocolate, y al final del cuento la niebla, que poco a poco se despeja… y siguieron viviendo felices para siempre. De niña  me gustaba ese cuento de los hermanos Grimm, sucedía en un bosque y allí es húmedo el terreno y sombrío es el trabajo para que las estrellas sean verdes. Decía Pablo en aquella ocasión que él no quería contar nada concreto solo sugerir algo para que el propio espectador tenga una pista, una intuición para tener una experiencia.

IMG_20201028_130844

Una experiencia. Como la que nos brinda MOXAL con otra película en cartelera este fin de semana: Atzokokaka. Dirigida por la fotógrafa de Durango Goiuri Aldekoa-Otalora, se puede ver en la exposición ‘SORGINAK!– ¡BRUJAS!’, que finaliza hoy, y en Vimeo. Una exposición colectiva con la que las artistas denuncian las persecuciones, torturas y muerte de miles de mujeres que quisieron romper con el arquetipo de feminidad tradicional.

Atzokokaka golpea y golpea, avanza entre la carne y el cobre. Fascina con sus contrastes, con la forma de su intimidad. Se escuchan voces translúcidas tras el mazo. Suena un delicado piano. Surgen onomatopeyas, una tecla final, toc.  

_De Minias el de Orcómeno nacieron las hijas Leucipe, Arsipe y Alcítoe y resultaron extrañamente laboriosas _ Tal vez sean ellas las que avanzan por un bosque de película, la dirigida por Goiuri Aldekoa-Otalora, o puede que sean las adolescentes hijas de Petro: Lisipe, Ifianasa, e Ifínoe. Estas, las Prétides, se opusieron al culto a Dionisos, y el dios las condenó a vagar  por el campo. A las hijas de Minias, Hermes las convertirá en murciélago, lechuza y búho, según Plutarco en castigo por lo mismo: no haber querido asistir a los misterios Dionisiacos, las  fiestas que se celebraban en honor de Dionisos.

El rechazo de las Prétides y de las Miníades a participar en los ritos dionisíacos representan el rechazo a asumir el papel que, por su condición de mujeres, les era “destinado”. Paradójicamente, las mujeres que rechazan este culto porque desean permanecer en su rol de mujeres, esposas comme il faut, son las que se rebelan contra el orden establecido viéndose  abocadas a una transformación permanente: vagando por el bosque unas y convertidas en aves nocturnas otras. La Miniades, en lugar de ir al campo a la fiesta de Dionisos, se quedaron en casa junto a los telares, la temeraria Alcítoe incluso negando su condición de dios a Dionisos. Este, para castigarles, despertó en ellas un deseo insaciable de comer carne humana que las llevó a devorar al hijo de Leucipe, y las convertirá en pájaros: una cambió su figura en corneja, otra en murciélago y otra en lechuza, según  los autores. Resulta que las rebeldes son las hijas de Minias, las que se quedan en casa perturbando la fiesta con inoportunas tareas de Atenea, la diosa de la sabiduría que se acompañaba de un mochuelo.

cementerio

La verdad que todo esto es demasiado lío, pero es muy bonito como lo cuenta Ovidio en Las metamorfosis:

Las hijas de Minias seguían afanándose en el trabajo, despreciando al dios profanando la fiesta, cuando de súbito las ensordecen con roncos sonidos timbales invisibles; suenan la flauta de cuerno retorcido y los bronces tintineantes; huele a mirra y azafrán, y lo que es más increíble, comenzaron a verdear los telares y los vestidos que colgaban de ellos a echar hojas asemejándose a una hiedra; otros se toman en vides y lo que antes eran lulos, a volverse sarmientos; de la urdimbre brotan pámpanos y la púrpura adapta su brillo a las uvas pintonas. Y ya se había ido el día y llegaba el momento que no podrías llamar ni tinieblas ni luz, sino límites de la noche aún dudosa con la luz; de repente la casa se ve sacudida y parece que arden antorchas en resinosas, que la morada resplandece con rojizos fuegos y que aúllan falsas apariencias de fieras salvajes. Por la casa, llena ya de humo, tratan de ocultarse las hermanas, cada una por un sitio, y huyen de los fuegos las luces; mientras van buscando las tinieblas, una membrana se expande por sus miembros empequeñecidos envuelven sus brazos unas delgadas alas; las tinieblas impiden que averigüen de qué manera han perdido su antigua figura. No las levantaban plumas, pero se sostenían con alas transparentes; cuando intentan hablar, emiten una voz exigua y proporcionada a su cuerpo y profieren sus lamentos por un débil chillido; frecuentan edificios, no los bosques, odian la luz, vuelan de noche de la hora tardía del crepúsculo reciben su nombre.

Hoy hace un año, el 31 de octubre de 2019, el profesor de filología griega Alberto Bernabé ofreció una conferencia sobre los Misterios dionisíacos: Dionisos es el dios del vino y, por ello, de la transgresión, relacionada con la liberación y la euforia. La experiencia dionisíaca fundamental es el éxtasis, una sensación de «salida de sí mismo» que se contagia entre los participantes en sus ritos. En especial se considera imprescindible que las mujeres, el grueso de los participantes en los ritos báquicos, abandonen su papel de amas de casa moderadas para participar en la fiesta de la liberación y la transgresión, una alteración controlada para evitar el descontrol total y el desastre social.

Algo para pensar sobre la situación de la mujer en la Grecia Clásica pues, tras las fiestas, Dionisos abandonaba la ciudad y el orden social se recobraba de inmediato.

 

De las Miniades descienden los argonautas, aquellos héroes mitológicos que a bordo del legendario Argo comandado por Jasón partieron en busca del vellocino de oro. Un viaje peligroso, una tarea imposible …

¡Menudas historias! Cuando llegué al extremo del bosque, si fuera anochecía, dentro estaba oscuro, demasiado oscuro el bosque para que un pájaro, por arte de alas, hallase acomodo mejor para la noche, aunque aún podía cantar. Goiuri Aldekoa-Otalora lo sabe: que nos gustan los bosques, el otoño, andar los caminos, crujir la hojarasca.

Una lástima que las jóvenes y brujas, SORGINDUAK, de Galdakao no hayan podido llegar hasta el parque de Benita Uribarrena para danzar esta tarde en su akelarre, al son de Aldapeko, a escasos metros del colegio Nevers, antigua cárcel que albergó a más de 2.000 reclusas en 1940.

_Esta noche es Hallowe’en, Janet. La mañana será Hallowday_ Atzokokaka, más que de brujas o no brujas, es la película “ideal” para cualquier tarde de 31 de octubre, tanto si la llamas Samaín como víspera de Todos los Santos, Noche de difuntos, Noche de brujas o Halloween.

 

Y a otro le parecerá otra cosa 

 

Ayúdanos a crecer en cultura difundiendo esta idea.

Bilatu