‘De liderazgo, tratemos’, por Mariano Martín
Mariano Martín
Dirigidos.
Enseñados.
Protegidos…
¿Por quién?
Que un Hombre piense.
Que una raza elija.
Que un sueño aliente.
Que una cultura erija.
Si el Universo tiene Reino
y tal reino está regido
por un Rey cuyo motivo
es hacerlo grande y lleno,
de bienes, en lo existente y en lo vivo…
No lo ha de estar el Mundo
no lo ha de estar la tierra,
no lo ha de estar el Hombre,
con su esencia primera…
¿Si a todo le corresponde
seguir la ruta más certera,
para alcanzar en su nombre
la mejor forma y manera,
de hacer la Vida noble
tal como el Cielo quisiera?
Pero no solo en el Reino
el Bien tiene bandera,
y el Mal junto a su infierno
y amigo de la guerra,
a la Paz pone en un juego
retando a quien lo quiera,
exacerbándose en su ego
y recreando su quimera.
Servimos, porque entendemos
compromiso, fe y dignidad,
a quien con justo abolengo
dispone una Ley de ejemplar.
El Orden nos viene de lejos
más, cerca de la Verdad,
nos hace escuchar los consejos
de la sabia Libertad.
Atender el juramento
que nos es de respetar,
es el firme y leal Sacramento
al que nos hemos de entregar.
Luego, porque debemos
al elegir, acertar,
cuenta nos damos, sufriendo,
equivocado el andar.
Y así nos encontramos
con horrible necesidad,
que de más vecinos a menos
por el auspicio al errar.
Que la natural creencia
y presencia existencial,
que nos ha de dar la fuente
del maná rico y caliente,
que nos debe de gobernar,
ha de ser justo y valiente,
¿quién lo puede invalidar?
De tal acto en conciencia
leal, recto, excelente,
y virtud de gran nacencia
en la Cruz sobre la frente…
¿Quién el valor tiene
de llegar a denigrar?
No va más, ya lo sembrado
preparado es a cosechar.
Y si nos llevan a un terreno
de pobreza material,
o nos llevan a uno ameno
de riqueza espiritual…
A eso nosotros tenemos
que saber evaluar,
qué nos conviene y ponernos
prestos a confrontar…
Concernientes en que habemos
al buen líder de aclamar.
¿Por quién estamos siendo manejados?
¿Por quién la Humanidad?
Deshojemos la Estrella y amparados
por el Bien, deshagámonos del Mal.
Queremos seguir, escogiendo
a un Líder de corte especial,
decente, cabal y sereno
cuyas cartas, si va de legal,
ha de jugarlas con pleno
dominio y saberlas jugar.
Porque realzar necesitamos
a esa Luz que nos sepa iluminar,
para amarnos, defendernos y guiarnos
en esta Tierra que es un Cielo Universal.