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VÍDEO DE ‘AITXITXE’ · Los López, aquella tribu musical de Durango que nos hizo soñar

Los que peinamos canas desde hace unas décadas recordamos con especial aprecio al grupo Los López, de Durango. Eran una banda sin parecido alguno en Euskal Herria. Supimos que se iban haciendo más grandes al escuchar a nuestro totem-periodista Pablo Cabeza, en su programa radiofónico nocturno Local de ensayo (Radio Euskadi). Ganaron algo y por ello les grabaron y publicaron unas canciones en un disco de vinilo. ¿En ETB?

Los Lopez

Algunos componentes de Los López en la vieja Olma, fueron portada de Astola Urtekaria de Gerediaga Elkartea.

Eran maestros de las melodías con letras surrealistas y bien conexas, únicas. Hicieron famosos a Aitxitxe, el del talego de Astola; a Luciano (el «hijoputa-marrano»), Manolo -si no recordamos mal- carnicero, «el sádico paranoico»,  Txotxolo (euskaraz)…

Grabaron sus primeras canciones en Lorentzo Records cuando este estudio mítico de Aitor Ariño en Berriz abría sus puertas. Lo editaron en maketa compartida con Alproja, Estupidofacientes y Calígula. Corría el año 1988. Con ellos, «hacía calor en el bulego». Les recordamos en el pórtico de Santa María tocando con batería electrónica. Eran más que una banda, que una familia López, una tribu. Compartían días de conciertos con otros grupos de la zona como Skakeo o Priva-T, Poliputos, Sexpinacas, Segundo Gobierno, Perrunillas

Los Lopez2

Sin duda, eran personas que escuchaban mucha música, que en el desaparecido Bar Sorrento de Motebideo etorbidea pedían en la barra sus tragos y al mismo tiempo canciones de sus grupos favoritos mientras los que hacíamos pira en el colegio jugábamos a máquinas de marcianitos. Hablaban, sobre todo, de influencias británicas, de new wave y arranque del afterpunk, aunque el reggae y ska se dejaba caer por sus composiciones como triunfaban entonces The Specials y Madness.

La formación también fue cambiando, pero siempre era un placer saber que Los López seguían ensayando, que habría posibilidad de volverles a ver, porque siendo unos críos te ibas de sus conciertos soñando.

Por todo ello qué menos que un eskerrik asko!

 

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