Durango fue el primer pueblo del Estado que logró fabricar hojalata, en 1726
Durango fue el primer pueblo del Estado en obtener hojalata hace 293 años. Aconteció como efeméride para la historia en 1726, como recoge un estudio del investigador iurretarra Jon Irazabal Agirre. Remitidos los ensayos de este logro a Madrid, el Gobierno central optó ese mismo año por establecer la Real Fábrica de Hojalata en la localidad malagueña de Ronda. La hojalata es un producto laminado plano, constituido por acero (con un contenido en carbono), recubierto por una capa de estaño.
Los especialistas aseguran que se trata de un material ideal para la fabricación de envases metálicos debido a que combina la resistencia mecánica y la capacidad de conformación del acero con la resistencia a la corrosión del estaño. Con este material se fabrican productos de complemento, toda una gama de tapones, tachas, manijas, hondas, tapaderas y botes metálicos para alimentos, producidos sintéticos, aceites y derivados.
Este medio de producción acabaría desapareciendo “al no poder hacer frente a las nuevas tecnologías, como fueron los altos hornos y la industria derivada de los mismos”.
Los ensayos para fabricar hojalata, “obteniéndose buenos resultados” -apunta el historiador-, se hicieron en 1726 en la casa molino del puente que une Iurreta y Durango en el Montoi. “Remitidos los resultados de hojalata logrados en Durango a la Corte de Madrid, el Gobierno optó en dicho año por establecer la Real Fábrica de Hojalata en Ronda, que desde un año antes, en 1725, optaba a la misma”, concluye Irazabal.