VÍDEO · Hoy, diez años sin el superviviente de cuatro bombardeos Jesús Moreno
· Al final de la noticia puedes ver el premiado documental que protagonizó junto a los durangueses Alberto Barreña y José Antonio Olea
Quien canta mantiene su pueblo vivo. El arrasatearra Jesús Moreno fue uno de los tres máximos protagonistas del corto documental premiado Kantatzen ez duen herria herri hila da (El pueblo que no canta es un pueblo muerto). Lo hizo el 31 de enero de 2009. Justo dos meses después, el 31 de marzo de aquel año, su testimonio como el de los durangueses José Antonio Olea y Alberto Barreña estremeció al público que presenció su estreno.
Jesús Moreno en Durango. I. GORRITI
Los tres a día de hoy, han fallecido. Jesús Moreno fue el primero y lo hizo el 17 de abril de aquel día, una jornada como hoy, de repente, y siendo el día de su cumpleaños. Resumiendo: hoy se cumplen 10 años de su pérdida y desde Mugalari Kultura queremos mantenerle vivo porque fue un luchador, porque fue un hombre único, porque sobrevivió a cuatro bombardeos, tres aéreos y uno de infantería: Elorrio, Durango, Gernika-Lumo y Turtzios.
El de Arrasate en Elorrio. PHOTO. I. Gorriti
Recordamos que el día de la grabación del corto, Moreno condujo orgulloso desde a Arrasate a Berriz junto a su mujer Dolores Etxebarrieta. Cantó como pudo, pero de corazón. Dejó constancia de sus recuerdos y denuncias. Antes de despedirse, pidió que se le grabara cantando una canción sobre el tranvía de Durango.
Tranvía de Durango. GEREDIAGA ELKARTEA / ARCHIVO MUNICIPAL DE DURANGO
Si aquel tranvía de Durango dejó de funcionar por el bombardeo de 1937; diecisiete días después del estreno del corto, como decíamos, dejó de funcionar el tranvía coronario de Moreno. Jesús dijo adiós tras haber mantenido a Euskal Herria viva. Como el título del cortometraje que promovió el grupo de música Martxoak 31.
Moreno en Gernika-Lumo. I. GORRITI
Tuvimos la suerte de conocer a Jesús Moreno -como a Barreña y Olea- y el honor, también, de dos años antes viajar con él por cuatro escenarios de muerte que supo sortear siendo un retaco. En Elorrio cayó un cañonazo desde Intxorta y él estaba allí. El 31 de marzo, le pilló el bombardeo de Durango. El 26 abril, el de Gernika. Y malherido salió del de Turtzios. De aquel último conservaba metralla en la cabeza.
Con 80 años, sin embargo, no sentía rencor: «¡Una vez en paz, sólo echo en falta poder correr!», levantaba la voz con un ánimo insuperable. A sus 82 primaveras se despidió. Ni el cañonazo ni bombardeos ni la metralla pudieron con él. La vida frenó sus apreciadas piernas y, luego, el corazón, pero no su voz. Sigue viva en la memoria de todos.
El cortometraje documental ganó el Urrezko antzarra, premio más importante del festival Bilera de Lekeitio, único íntegro en euskera que existe, en 2009 y un segundo galardón al mejor documental. El audiovisual acaba de cumplir diez años.
En su recuerdo y en el de aquellas y aquellos supervivientes que continúan aportando testimonios aquí puedes ver el vídeo titulado Kantatzen ez duen herria herri hila da (Elpueblo que no canta es un pueblo muerto). Escuchar cantar a tres supervivientes del bombardeo de Durango interpretando una versión del grupo durangués Martxoak 31 quizás te emocione.
