El último adiós a Aitor Totorikaguena se oficiará el martes en Durango en una misa memorial en Santa Ana

El último adiós a Aitor Totoricagüena -empresario deportivo y hostelero que falleció el 31 de diciembre- se llevará a cabo el martes en una misa memorial a oficiar en la parroquia de Santa Ana de Durango a las siete de la tarde. Días atrás, el funeral por su persona se realizó en la iglesia de El Rocío de San Pedro de Alcántara, municipio marbellí en el que la familia reside y en el que regenta un restaurante llamado El asador de Aita. 

Aitor Totoricagüena. PHOTO. I. G.

Aitor Totoricagüena Arana -como informa a Mugalari su hijo Gorka- nació el 12 de octubre de 1961 en Durango, hijo de Adela, de Durango , y Donato, de Oromiño (Iurreta), fue regente de la tienda Aitor Kirolak en sus locales de Goienkalea. En las oficinas de este comercio comenzó su actividad empresarial en torno a disciplinas de frontón: pelota, pala y cesta punta.

De ese modo, Toto constituye Eusko Pilota, Eusko Basque, Master Jai y en 2008 Meridien Vista Gaming Corporation con el objeto de abrir el frontón filipino de Santa Ana Cagayan Valley, en el noreste de las islas asiáticas en junio de 2010. A este Jai Alai se le llamó Bizkaia, con ayuda de la Diputación de Bizkaia, a cuya inauguración viajó el entonces diputado general. Cerró el 30 de agosto de 2017. También fue directivo de la empresa de pelota Asegarce, firma que tras abandonar un año la pala, Toto la recuperó con Eusko Basque.

El pasado agosto, Aitor y su hijo Gorka abrieron el restaurante El asador de Aita, como sede de una agrupación de pelota vasca de Marbella. Ayer, jueves, el local volvió a abrirse con Gorka al cargo. «En estos tiempos aita estaba más contento que nunca y mira… Lo hemos compartido todo, sobre todo, estos últimos meses. Se ha ido antes de lo previsto -57 años- y nos deja un vacío terrible, pero saldremos adelante por él, por ama, por mí y por toda la gente que nos quiere», transmite quien explica que el nombre del restaurante abierto en San Pedro de Alcántara hace referencia a Totorika. «Aquí en Marbella, todos le conocían a mi padre como aita, así le llamaban, por eso le pusimos el nombre».

Aitor Totoricagüena Arana fue campeón del Mundo amateur de cesta punta en Biarritz en 1978 en dupla con el también durangués Aperribay con tan solo 16 años, lo que le valió un contrato para debutar como profesional en Tampa, Florida. A consecuencia de la huelga del sindicato IJAPA en los frontones estadounidenses acabó volviendo a Durango un mes antes de que naciera su hijo y con 27 años colgó la cesta.

La misa memorial  por su persona que se oficiará en Durango será el próximo martes en Santa Ana a las siete de la tarde.