Larunbata,
2024ko Azaroak23

MugaKultura

loader-image
Durango
1:18 pm,
temperature icon 16°C
Humidity 61 %
Ráfagas de viento: 46 Km/h

HOY, EKAITZ CUMPLIRÍA 10 AÑOS · La enternecedora noticia sobre la huella que dejó el durangués, contada por su tía Libe

Libe

Libe Laraudogoitia

 · Tía de Ekaitz Laraudogotia del Amo

Hoy, 27 de junio de 2018, hace 10 años desde que un “trasto” rubio y de ojos azules llegó a nuestras vidas en Durango. En su corta vida, Ekaitz nos enseñó a no tenerle miedo a nada, incluso a la muerte. Nos dio mil y una lecciones de vida y a día de hoy casi cuatro años desde que nos dejó para acompañarnos desde una galaxia cercana, nos sigue dando.

Ekaitz

Ekaitz pidiendo donaciones de médula para sus compis.

Toda la familia, sabemos y sentimos el cariño que se le ha tenido a Ekaitz tanto en Durangaldea como pueblos cercanos, sabíamos que en el Hospital Niño Jesús de Madrid, también dejó poso (aunque no supieran decir su nombre, es que somos muy complicados) pero no sabíamos que había calado hondo en un corazón de un gran hombre.

 

Esta semana, un amigo de la familia participaba en una conferencia en Madrid cuando el conferenciante les empieza a contar el caso de un niño que le llego al alma. Ese niño se llamaba Ekaitz y estuvo ingresado en el Niño Jesús. En cuanto acabó, se puso en contacto con la familia e imaginaos todos/as lo que supone para unos padres que la vida le ha pegado semejante hostia, que 4 años después un señor de Madrid nombre a su hijo.

image009

Y no solo le nombró ese día de casualidad sino que en el 2017 publicó un libro Lo que aprendí del dolor y en el le dedicó un apartado que decía así:

“El superhéroe de Ekaitz”

Me sumergí de lleno en el entrenamiento. Esta vez me enfrentaba al doble de kilómetros que el año anterior, por lo que la preparación sería mucho más dura y sacrificada.

Tenía que llevar mi cuerpo a un nuevo límite; sin embargo, el dolor había vuelto a instalarse en mi vida como una presencia permanente. Pero para seguir avanzando a pesar de ello fue muy importante, para los tres, el contacto de primera mano con UNOENTRECIENMIL y pesar en la beca de investigación que pondrían en marcha con lo que nosotros recaudásemos. Por eso nos involucramos de cerca con la fundación y con todo su equipo.

En un momento concreto, tras muchas brazadas dadas. Sentimos la necesidad de acercarnos más a los niños, de compartir con ellos y sus familias, ya que nuestra lucha estaba asociada con la suya. Era trascendental para nosotros tener un contacto personal para comprender sus necesidades, conocer su realidad y su rutina, y transmitirles a sus padres que no estaban solos. Además, intensificar esa conexión alimentaría nuestro esfuerzo y recargaría su sentido. Tuvimos la oportunidad de estar junto a ellos y visitarlos en dos ocasiones en el Hospital Niño Jesús de Madrid, donde muchos niños permanecen ingresados para tratarse la leucemia. Esas experiencias hicieron el camino mucho más liviano y supusieron un punto de inflexión en la motivación para conseguir el reto (…)

Fue importante para nosotros ver que las donaciones recaudadas por la fundación se utilizaban sobre el terreno de forma muy práctica y con un objetivo claro, sin que el aporte se perdiera por el camino (…)

En una de nuestras visitas la hospital estuvimos en la  biblioteca conversando con los niños, preguntándoles por los deportes que les gustaban y por sus atletas, músicos y artistas favoritos. Todos querían hablar y contarnos anécdotas, excepto un niño muy tímido que permanecía sentado y callado en una esquina, concentrado en un dibujo que estaba coloreando. Pasamos un buen rato riendo y conversando con los niños, pero el pequeño del dibujo no abrió la boca.

image007

Cuando nos despedimos de ellos, Ekaitz, como se llamaba el niño tímido, se levantó, me cogió de la mano con fuerza, me miró con una mezcla de orgullo y timidez y me dio, sin decir una palabra, la hoja que había estado coloreando. Se trataba de un dibujo de Batman. Inmediatamente, el regalo de Ekaitz se convirtió en el símbolo de nuestro reto, el talismán que nos recordaba cada día para qué entrenábamos y que nos dio las fuerzas para no decaer en los momentos de flaqueza. Ese Batman representaba la esperanza de los niños, la verdadera razón detrás de ese reto”.

image001

El reto se completó el 24 de julio del 2014. Se trataba de nadar desde Mallorca hasta Menorca cubriendo una distancia de 40 kilómetros. Tardaron un total de 12 horas en completarlos y junto a estos tres valiente siempre estuvo Ekaitz dándoles ánimos desde piragua (llevaron el dibujo plastificado en la proa).

 

Los tres valientes son:

Jacobo Parages no es un deportista de élite; no ha ganado una medalla en los Juegos Olímpicos, pero quizás ha hecho algo más grande. De 47 años, vive desde hace 20 con espondilitis anquilosante, una enfermedad reumática muy dolorosa que provoca el endurecimiento paulatino de las articulaciones. Pero Jacobo ha transformado su dolencia en el resorte que le impulsa a alcanzar retos impensables para la mayoría.

image003

En 2013 cruzó a nado el Estrecho de Gibraltar cubriendo una distancia de 18,8 km en 3,47 horas. Lo hizo para apoyar una gran causa social. En el 2014 cruzó los 40 kilómetros que separan las islas de Mallorca y Menorca para apoyar a la Fundación Uno entre Cien Mil.

Félix Campano, 28 años, de Madrid, tiene una máxima en el deporte: “Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos!».

Peio Ormazabal, 39 años, de Iruña, inspirado por Jacobo, decidió emular su proeza y en 2013 también cruzó el Estrecho por una buena causa.

Quisiera agraceder desde Mugalari (que siempre ha estado con nosotros apoyándonos) a estos tres superhéroes, pero  en especial  a Jacobo Parages por mantener a Ekaitz tan vivo como lo tenemos  toda la familia y por hacernos sentir que la perdida de Ekaitz no ha sido en vano. Como les decimos a sus primos y amigos, gracias a Ekaitz y a otros superheroés se han conseguido grandes cosas en investigación y gracias a todos ellos/as otros niños/as han conseguido superar esta cabrona de enfermedad.

Tambien agradecer a Roberto y a la familia Claveria por ponernos en conocimiento y por darnos semejante subidón. Y, ¡cómo no!: ZORIONAK BIHOTZA.

Ayúdanos a crecer en cultura difundiendo esta idea.

Bilatu