EL FUNERAL DE ANDRÉS GANDARIAS, MAÑANA: «Aita se quedó con la espina de haber corrido en la Olimpiada de México a la que le preseleccionaron»
Iban Gorriti
El pueblo de Durango llora hoy la pérdida humana de Andrés Gandarias Albizu, histórico ciclista que durante su carrera profesional sumó un total de cuatro victorias, entre las que destaca su triunfo de etapa en el Giro de Italia de 1976, así como un quinto y un noveno puesto en el Tour de Francia de 1969. El corredor internacional ha fallecido el día en el que ha concluido la ronda italiana.
El vizcaino era muy conocido en la villa, además, por ser el propietario de la Inmobiliaria Anboto. Ha fallecido de cáncer este domingo a las nueve de la mañana, a los 75 años, y tras una lucha de ocho años cara a cara contra la enfermedad. Mañana se oficiará la misa funeral por su persona en la basílica Santa María de Uribarri a las siete de la tarde.
Gandarias nació el 24 de abril de 1943 en el barrio de Maguna, distrito que perteneció al municipio de Ibarruri y que hoy es territorio de Muxika. «Aita se sentía mitad de Maguna y mitad de Durango», relata al periódico digital Mugalari su hijo Ander. Con tan solo dieciséis años, su familia se mudó a la localidad en la que ha residido casi 60 años.
· Las cuatro victorias de Gandarias · Su trayectoria comenzó a pedalear en el mítico KAS, entre 1967 y 1971. Hasta 1978, pasó por el Werner, De Kova, La Casera, Monteverde, Teka y Novostil-Helios. En el Tour de Francia fue quinto en 1969, edición que ganó Eddy Merckx, y noveno un año antes. Ganó, además, la decimonovena etapa del Giro de Italia de 1976. A esta victoria sumó otro triunfo parcial en la Vuelta al País Vasco en 1975 y el mismo año una etapa más la general de la Vuelta a Cantabria.
El servicio militar le frustró una oportunidad que se le quedó por siempre como espina de por vida. Lo narra la familia: «Hizo la mili en la Marina, en El Ferrol. Tuvo que ir cuando le habían preseleccionado para competir en la Olimpiada de México. Siempre nos repetía: yo podía haber participado en unos Juegos Olímpicos«.
· Demasiado buen corazón · Andrés contrajo matrimonio con Miren Zuazua, abadiñarra afincadaen Eibar. El matrimonio tuvo dos hijos: Ander y Unai. «Aita era muy estricto, como lo fue en su trayectoria deportiva. Daba mucho valor a cumplir la palabra, por ejemplo. Y tenía un gran corazón, demasiado buen corazón», enfatiza Ander con cariño y admiración máxima. Mañana, la parroquia Santa María de Uribarri de Durango acogerá los funerales por su vecino, un icono histórico.