El Batallón Vasco-Español voló la Cruz de Kurutziaga «para castigar a la ultraizquierdista villa de Durango»
I. Gorriti
El 16 de mayo se cumplirán 38 años del atentado que el Batallón Vasco-Español reivindicó contra la Cruz de Kurutziaga, catalogada a día de hoy como mejor crucero gótico del Estado. Muchas personas aún recordarán aquel viernes 16 de mayo de 1980. Algunos, los estudiantes del colegio jesuita San José que a su entrada a las aulas se encontraron con ella en el suelo fragmentada. Los vecinos recordaban que ocurrió a las tres y media de la noche. La explosión tumbó «la cruz penitencial de incalculable valor histórico», como coincidían en calificar el monumento medios como ABC o El Socialista, divulgación que recogió el fin de los atacantes: «Para castigar a la ultraizquierdista villa de Durango».
Este ABC tituló el ataque de la siguiente manera: Destruida por una bomba la cruz penitencial de Kurutziaga. Y pasaba a señalar que el Batallón Vasco-Español se había atribuido el atentado con una llamada telefónica realizada horas más tarde a Radionial Nacional en Bilbao. «La cruz penitencial es única en Europa», valoraba la entradilla de la noticia. A continuación publicaban las palabras de Mario Grande, entonces director del Museo Histórico de Bizkaia, centro en el que «existe una copia en cemento». Grande se mostraba «optimista, a pesar de los daños que la cruz ha sufrido».
ABC transmitía que técnicos en explosivos estimaron que el artefacto utilizado por los ultras españoles fue de «mediana potencia». La bomba colocada a los pies del monumento contó con una mecha de sistema retardado. «No hay testigos que puedan aportar datos sobre los posibles autores», apostillaba.
El periódico recogió la consternación de la localidad. «La condena ha sido total por este bárbaro hecho, ya que la cruz además de ser un patrimonio artístico , forma parte de la historia de Durango», subrayaba.
El Socialista fue más allá al contextualizar el momento en el que se produjo este ataque a esta joya patrimonial de Durango que restaurada continuó en el mismo lugar hasta que años atrás se ubicó en el nuevo Kurutzesantu Museoa, hoy también oficina de Turismo de la villa. «Basta comprobar el escalofriante número de atentados terroristas de los últimos días para comprender la gravedad de la situación. El pasado día 15, tres policías nacionales, Dionisio Vílladangas, José Manuel Rodríguez y Jesús Holgado, eran asesinados por ETA en un bar de San Sebastián. Al día siguiente, el Batallón Vasco-Español volaba en Durango la cruz de Kurutziaga, monumento escultórico románico del siglo XII y patrimonio nacional, según la explicación de los autores de) barbarismo, «para castigar a la ultraizquierdista villa de Durango». Ese mismo día era tiroteado en Vitoria Jesús Casanova, directivo de la empresa Michelín, quedando gravísimamente herido, atentado reivindicado por ETA militar».
ABC recordó que según los archivos del Museo Histórico de Bizkaia y los estudios realizados en torno al monumento durangués era «única en Europa», y evocaba a «cierta herejía religiosa extendida por el norte de la Península y cuyo foco estuvo centrado en la zona de Durango. El hecho de que la cruz no es un crucero ni humilladero, sino expiatorio la constituye como un monumento único en Europa».
El periódico citó que la estudiaron, entre otros, ilustres como Pío Baroja, el austríaco Wilhem Gieses y Carriazo, catedrático de la Universidad de Sevilla.
Considerada una «síntesis plástica de la religión cristiana y el árbol de la vida humana», la cruz de Kurutziaga, de 5,40 metros de altura y hecha de arenisca de Durango, consta de tres cuerpos: «Paraíso y Pecado, Nueva Buena y Redención».