KARMELE ZAMALLOA: «Mi madre se salvó de morir en misa de Jesuitas gracias a que no llegó el periódico a tiempo»
Mugalari.info
Tantas personas como se estima que fueron asesinadas en los bombardeos fascistas sobre Durango del 31 de marzo de 1937 nos hemos reunido esta tarde en el pórtico de Andra Maria con el objeto saludable de recordar a aquellas víctimas. Más de 300 mujeres y hombres nos hemos encogido al escuchar al jesuita Koldo Katxo leer un manifiesto escrito por Gerediaga Elkartea, con el alarde de Kriskitin Dantza Taldea y con los bertsos de Txaber Altube y Aitor Bizkarra, ambos de Abadiño.
Entremedio, la gerente de Gerediaga Elkartea, Arantza Atutxa, -presentadora del acto- ha solicitado la presencia de Karmele Zamalloa Zarate, testigo de los bombardeos de Durango. Madre del Vicario General de la Diócesis de Bilbao, Ángel Mari Unzueta, ha sido la protagonista de la ofrenda floral. Natural de Iurreta, evoca a sus casi 95 años aquellos ataques irracionales de los fascitas italianos ordenados por los golpistas Mola, Franco y Vigón y coordinados por los nazis.
Karmele ha narrado a Mugalari.info su testimonio vivido desde el caserío Bargundia. Cómo vio «brillar los aviones» que llegaban por Garai. «Veíamos caer, decíamos, papeles. Mira, papeles con información… Y luego nos dimos cuenta de que eran bombas. Nos metimos en el caserío y hasta las puertas del caserío retumbaban», detalla y recuerda que su madre, Ramona, se libró por poco de morir. «Iba a vender leche a Durango y solía ir, además, a misa de Jesuitas. Ese día, algo pasó con que no llegaba el periódico que iba a comprar y no pudo ir a misa, con lo que se libró de morir», matiza la viuda del abadiñarra Julen Unzueta, del caserío Intxalde, en las faldas del Astxiki. El matrimonio dio a Euskadi tres hijos: Ángel María, Lourdes y Miren Karmele.
· Reconocimiento a Unai Iturriaga · El acto celebrado hoy cumple 17 ediciones, según ha recordado a este diario el investigador de Gerediaga Elkartea, Jon Irazazal. «¿Sabes quién fue el que promovió todo esto? Unai Iturriaga. Él fue quien me presionó para que acabara con el primer libro que andaba años con él para acabarlo. Y dijo que había que conseguir hacer un homenaje, y nos reunió a Gerediaga, a Gorka Barruetabeña de Berbaro y a algún representante de Kriskitin y hasta hoy. Gracias a Iturriaga se empezó a hacer en 2001″, le reconoce Irazabal.
El emotivo acto ha durado veinticinco minutos. Ahora, imagina que todas las personas presentes durante el homenaje de esta tarde fueron asesinados por la sinrazón hace exactos 81 años. Hay una lista de 336 pérdidas humanas.
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