CARTA · ‘Algo ha cambiado’, por Álvaro Etxarte

CARTA · Álvaro Etxarte

Cuando miles de personas inundan las calles para secundar las reivindicaciones de un sector oprimido de la sociedad, es porque algo está pasando, algo va a cambiar. Las mujeres en su trabajo histórico han cuidado, han acompañado, han cocinado, han callado, han ayudado, han lavado, han educado, han abrazado, han llorado, han amado; han reproducido la vida. Los hombres han producido mercancía.

Se dice que la dominación es inconcebible sin resistencia. Puede ocurrir que la resistencia se mantenga latente durante un tiempo, periodo en el que el sistema de estructuras y prácticas sociales existe en la forma de lo natural. Sin embargo, el hecho de que exista con esa forma, no quiere decir que sean la misma cosa.

En un momento dado, cuando la resistencia se revela, la dominación se activa y se escuchan entonces discursos y consignas como “no soy ni machista, ni feminista”, “yo ya ayudo en casa”, “las mujeres ya son libres para elegir lo que quieran”, “hoy en día las mujeres pueden llegar a lo más alto” o “¡feminazi!”.

Hace tiempo que escucho esos discursos reaccionarios, pero desde el 8 de Marzo se han intensificado. Parece que el sector dominante comienza a sentir una angustia producida por la posibilidad, ya real, de que el patriarcado se desmorone. Parece que el miedo ha cambiado de bando.

Cuando miles de personas inundan las calles para secundar las reivindicaciones de un sector oprimido de la sociedad, los hombres gritan ¡feminazi!; pero no saben que ellos también están siendo liberados.