VIAJAR CON… JOSEBA VERA · Mi increíble experiencia como cooperante en Yungay Hermosura, Perú
Joseba Vera
· Joseba Vera Arizmendiarrieta (Durango, 1993) es psicólogo orientador y esta noche de 21.00 a 22.00 horas narrará su experiencia en el programa Ganbara de Radio Euskadi junto a otros tres compañeros
Mi experiencia comenzó el verano del 2014. Entonces, tres amigos nos aventuramos a hacer un viaje breve que marcó en parte muchos de mis propósitos e ideales de cara al futuro cercano.
Ese verano, Adrian Burgada, Asier Elias y yo nos dirigimos a recorrer la costa de Francia en bici de norte a sur, proponiéndonos pedalear cerca de 1.250 kilómetros en apenas diez días. Lo conseguimos, pero no fue tal propósito el que me lleva a escribir esta historia, sino las reflexiones y esfuerzos que realizamos en aquella etapa para apoyarnos y llegar los tres a la costa de Hendaia.
Fue durante aquel viaje cuando tuvimos la ocasión de conversar acerca de lo bonitas y divertidas que son las herriko jaiak de cada pueblo en verano, a las que acostumbramos a ir con asiduidad y disfrutamos del ambiente del contexto.
Por otro lado, los tres coincidíamos en la reflexión de que esos espacios de vacaciones que disponemos cada verano se podrían aprovechar de otra forma, no haciendo siempre lo mismo y cayendo en la rutina, sino pudiendo vivir nuevas experiencias de las que nos pudiéramos acordar en un futuro.
Esa idea se fue instalando cada vez más en mi mente y ha sido la que me ha llevó este verano a participar en el programa del Gobierno Vasco Gazte Aukera, solicitud anual disponible a todos los jóvenes de la CAV de entre 21 y 30 años.
Este programa consiste en que los jóvenes que participamos en él nos sensibilicemos con otras realidades de diversas sociedades que se encuentran en el mundo, con el objetivo de intercambiar experiencias y poder colaborar de forma mutua con los distintos proyectos de las ONGs u otras organizaciones que trabajan conjuntamente. Así pues, he tenido la oportunidad de colaborar como psicólogo en una región de la sierra andina peruana llamada Yungay Hermosura. Y tanto que… hermosura.
Qué decir de esta experiencia. Ha sido increíble, no hay palabras para describirla.
Al llegar, fuimos recibidos con los brazos abiertos desde un primer momento, nos hicieron sentir ciudadanos de Yungay desde el comienzo y su interés por nuestra labor ha sido muy cercana. Así las cosas, los profesionales del colegio San Viator de Yungay -centro docente en el que colaborábamos- nos permitieron poder llevar a cabo todos los proyectos que teníamos en mente o propuestas que surgían durante nuestra estancia allá.
Sabemos que nuestro trabajo allí no va a cambiar el mundo, que somos meros aprendices y colaboramos desde cada ámbito profesional lo mejor que podemos. Así pues, a parte de los seguimientos psicológicos y el trabajo pedagógico y educativo junto a mis compañeros, el poder pico-palear en una escuela o crear huertas en el orfanato de la comunidad nos ha llenado tanto como el trabajo más profesional de cada uno de los cooperantes.
Hemos conocido a las personas, sus historias, sus alegrías, sus sufrimientos, su lucha por mantener y recuperar el idioma quechua, esa lengua identitaria de la región de Ancash, cuya lucha encuentra grandísimas similitudes con nuestra lucha por mantener el euskera… y un largo etcétera.
En definitiva, soy consciente de que este programa me ha permitido poner en práctica los conocimientos de la formación académica que he tenido pero no me quedo principalmente con eso…
Me quedo con la escuela, los profes, los niños, las familias, los ciudadanos yungainos, el mercado, la combi (furgoneta), Orfanato de Ongo y sus girasoles, las pachangas de futbito entre profes y alumnos, el futbazo de después a costa de unas cuantas chelas (cervezas)…
Son esos momentos los imborrables, los que de verdad merecen la pena y es esa gente la que quiero volver a ver pronto y la que me provocó una gran nostalgia jamás vivida el día de la despedida, porque jamás he llorado tanto de alegría y he sido tan feliz en esta vida como en mi estancia con mi gente del Perú.
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