VIAJAR CON… ALBERTO RUEDA · Barcelona, ¿última gira rodante de The Rolling Stones?
Texto y fotos: Alberto Rueda
· Alberto Rueda es un viajero de Durango con un bagaje aventurero de quilates. Esta vez el viaje ha sido musical, a Barcelona para ver a The Rolling Stones. Nos lo cuenta y aporta fotografías de la histórica jornada.
Difícil hacer una crónica objetiva del concierto de The Rolling Stones el pasado miércoles en Barcelona, en el Estadi Olimpic Montjuic cuando eres fan del grupo, y sobre todo muy fan de Mick Jagger.
Ha sido mi cuarto concierto de los Stones: en Bilbao en 2003, en Donostia en 2007, en Madrid en 2014 y este en Barcelona en el 2017.
Ya en el primero se decía aquello de habrá que ir a verles que será su última gira…
24 agotadoras horas non-stop y solo: ir en avión, ver el concierto, hacer gaupasa y vuelta en el primer vuelo.
Agradecimiento a Norwegian airlines que al aterrizar el avión en Barcelona pusieron los Stones a todo volumen dentro del aeroplano para ir calentado al personal.
Muchas camisetas dentro del avión con la lengua.
El acceso al concierto es un verdadero suplicio de registros, más registros, cacheos, y medidas de seguridad bastante absurdas cortesía de esas personas a las que cuando vistes con un uniforme les gusta más generar problemas que aportar soluciones.
De los precios de las entradas, el merchandising y las consumiciones no vamos a hablar, los Stones son la máquina por excelencia generando ingresos y vaciando las arcas de sus fans.
Incombustibles, llegaron en su avión privado, y empezaron el concierto con mi canción preferida Sympathy for the devil, con una puesta en escena sobria, un poco lenta y muy poco satánica en comparación a otros conciertos…
Keith Richards es el que peor está envejeciendo, se le notan sus 74 años, sus punteos y riffs no suenan del todo bien, ni a su tiempo, incluso para un ignorante de la música como yo le cazo en un par de entradas fuera de tiempo interrumpiendo al mismísimo Mick Jagger que le mira con cara de pocos amigos.
De Mick Jagger qué decir, me encanta, soy súper fan, su voz ya no llega a todos los sitios, pero su estado de forma envidiable. Es el que mejor he visto nunca, mejora con la edad y no para de bailar, saltar, contonearse y moverse a sus 74 años.
Vaya tipito tiene el tío.
Tiene la actitud que me gusta sobre un escenario, sexy, provocador y controlando todo al milímetro. Un gentleman.
Cada día más, se le ve como el motor líder absoluto de la banda.
Se esfuerza por hablar casi todo el concierto en castellano y catalán.
Charlie Watts, el batería, como siempre, estirado, tímido y en su sitio, genial a sus 76 años.
Ron Wood, el último Stone, el más joven, a sus 70 años, cada día está mejor y más en forma, ganando peso dentro de la banda, y atlético al igual que Mick Jagger.
El concierto transcurre con sus grandes éxitos y sus temas nuevos más blueseros.
Ya lo dice la canción, It´s only Rock and Roll.
El concierto sueña añejo, sí, a lo de siempre, sí, pocos temas nuevos, sí, pero es memorable, único, una experiencia que pocos o ningún grupo en la historia puede ofrecer.
¡Joder! ¡Son los putos Stones! Y van camino de hacer 55 años juntos haciendo rock and roll.
La banda que les acompaña con los coros, teclados y demás es muy buena haciendo mención especial al bajista Daryl Jones y al saxofonista Tim Ries.
Desde la primera vez que les vi sí ha habido una transformación que me ha gustado, cada vez hay menos confeti, menos fuegos artificiales, menos escenario, menos muñecos hinchables, menos parafernalia y sí mucho más rock and roll y blues.
Sin tonterías, a lo de siempre.
¡Ah! Y cada vez me gusta más Mick Jagger.
¿Habrá sido esta la última gira?
