La restauración de cuatro ángeles y pináculos concluye las obras de rehabilitación de la torre de Santa María de Uribarri
La torre de la basílica Santa María de Uribarri de Durango vive en estos días sus últimas horas de trabajos de rehabilitación. Dos meses atrás acabaron las obras propias del inmueble. Solo resta instalar en lo más alto del edificio los cuatro pináculos reconstruidos y otros tantos ángeles como el que aparece en la fotografía.
El referente parroquial Xabier Arana lo explica: «Un cantero de Donostia ha reconstruido los pináculos tras obtener las mejores piezas y de ellas hacer moldes. Cada pináculo está compuesto por siete piezas de piedra y coronados por una esfera que también es de piedra», apunta. La altura de cada uno de estos acabados de la torre es de tres metros y medio.
Al mismo tiempo, se han bajado los cuatro ángeles que presiden cada una de las cuatro direcciones, vértices, del balcón de la torre. «Algunos estaban muy deteriorados. De hecho, alguno estaba muy erosionado y ya era más un bloque que una imagen». Estas estatuas tienen una altura de metro y medio.
Los trabajos de mejora de este inmueble perteneciente a la basílica que no fue casi afectado por los bombardeos fascistas de mrazo y abril de 1937 se han llevado a cabo con mucho cuidado debido a que esta parroquia es Monumento Nacional.
En las próximas semanas los trabajos estarán acabados.
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