‘Perico’, nombrado ‘Tudelano popular 2017’, se incorpora a Loyola para dotar al santuario de un proyecto social
I. Gorriti
· Mugalari ha hablado esta mañana con este recordado profesor jubilado que trabajó en Jesuitak Durango durante doce años
Parece que fue ayer cuando Alberto Pérez Pastor Perico partió de la comunidad de los jesuitas de Durango a Tudela. Solamente han transcurrido de entonces -¡tomen nota!- 29 años. Estas casi tres décadas las ha dado en suelo navarro y tal ha sido su entrega desinteresada que el 26 de julio fue nombrado Tudelano popular 2017, el mismo que ya en 2015 fue el encargado de lanzar el cohete anunciador de las fiestas locales de Santa Ana.
Profesor jubilado, aunque nunca ha parado quieto, no va con su carácter risueño, el pasado día 1 se incorporó al Santuario de Loyola. Suma alegres 76 años. «En diciembre cumpliré los 77», sonríe quien acaba de vivir un «cambio radical en mi vida. He dejado el día a día, el agobio de teléfonos, y ahora siento una paz increíble. Aquí estoy con mi ordenador y mis datos, viendo qué podemos hacer», comparte.
· Ingeniando un proyecto social · Los periódicos navarros adelantaron en julio que arribaría en Azpeitia para «impulsar un centro de acogida de inmigrantes». Perico lo desmiente. «No. Estamos un equipico de jesuitas encargados de dotar al santuario de algún proyecto social, pero no será un centro de acogida de inmigrantes. La ONG Alboan está trabajando aquí en una iniciativa que muestra a los colegios cómo viven las personas refugiadas», detalla quien -recuerden, entre mil proyectos- fundó en Durango el club de tiempo libre Inurri Eskaut Taldea.
En Loiola, tiene más cerca Durango, pueblo donde aún se le recuerda y quiere como merece. Quizás se acerque a la villa vizcaina en fiestas de San Fausto. «Es verdad que las fiestas eran a la vez que la Pilarica. Allá estuve doce años y me parecía toda una vida, o sea, que los 29 de Tudela ni te cuento… Pues, igual voy, que estaré de aquí a unos 40 minutos», subraya mientras sigue preparando su próximo proyecto vital, siempre al lado de quien lo necesita, desprendido.