‘José María Angulo Arroitajauregi, defensor de Abadiño y de la libertad’, por Mikel Garaizabal

POR Mikel Garaizabal Iturriagaetxebarria

El pasado 5 de agosto se cumplieron 80 años desde que murió asesinado un vecino de Abadiño nacido en Durango, como tantas y tantas personas buenas y honradas que fallecieron durante la cruenta guerra civil. Este abadiñarra se llamaba José María Angulo Arroitajauregi y fue fusilado el 5 de agosto de 1937 en Derio.

José María Angulo Arroitajauregi nació en el año 1902 en el Palacio Etxezarreta de Durango, concretamente donde actualmente se encuentra el Museo de Arte e Historia de la villa. Después de casarse con la bilbaína Asunción Torrontegi Calvo en septiembre de 1926 en Urkiola, decidieron fijar su residencia en Abadiño.  Aprovechando que era delineante de profesión, la familia construyó una casa en la anteiglesia donde formaron una familia con sus cuatro hijos: dos hombres y dos mujeres.

Tras producirse la sublevación militar contra la República por parte de los fascistas en julio de 1936, estalló la guerra. Por aquel entonces, Jose María Angulo ya estaba afiliado a EAJ-PNV en Abadiño, siendo presidente de su Junta Municipal.  Junto a otros compañeros de su partido como: Miguel Basabe, Pedro José Atutxa o Sotero Badaya entre otros, entró a formar parte del Comité Local de Defensa. La creación de este Comité fue sugerido por EAJ-PNV y su función consistía principalmente en mantener el orden público y la paz en las calles abadiñarras debido al estallido de la guerra.

El ambiente que se respiraba en esa época en Abadiño era conflictivo. Familias tradicionalistas leales a la sublevación militar fueron protegidas por Jose Mari y sus compañeros de partido que conformaban el Comité Local de Defensa. Existían grupos incontrolados que querían tomarse la justicia por su cuenta con las personas leales a la sublevación militar. Según consta en una documentación escrita, miembros de la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S, reconocierón que José María Angulo mientras fue Secretario del Comité Local de Defensa en Abadiño antes de que los fascistas entraran al pueblo “.. salvó la vida a Fernando Bengoa y a Jaime Zuluaga..” (derechistas y leales a la sublevación) “.. y contribuyó a evitar varios asesinatos en Abadiano, poniendo ello en conocimiento a sus Superiores”.

· Destino injusto · José María Angulo se había dedicado a trabajar por el bien de Abadiño y a defender la libertad, pero, después de que los fascistas tomarán el pueblo durante la guerra, fue detenido en base a una denuncia interpuesta por un vecino de la localidad y encarcelado en la cárcel de Larrinaga (Bilbao). Tenía 35 años, estaba casado y era padre de tres niñas y un niño. Nadie podía presagiar un destino tan injusto para una persona tan buena, pero lo peor, aún estaba por llegar.

En el llamado Procedimiento Sumarísimo de la Audiencia Militar, que en realidad era una pantomima de juicio en la que la condena estaba de antemano preestablecida, a José María Angulo Arroitajauregi le condenaron a pena de muerte con la siguiente sentencia que decía literalmente: «…José María Angulo aunque de buena conducta fue nacionalista destacado dirigente del Batzoki o círculo nacionalista de la localidad de su residencia y Secretario del Comité Local rojo-separatista desde cuyos cargos cooperó activamente para los fines del separatismo y en forma anti-española..”. Fue una gran injusticia lo que le hicieron. Le condenaron por creer y defender con ahínco en unos ideales legítimos y democráticos.

José María Angulo Arroitajauregi fue fusilado en el cementerio de Derio el 5 de agosto de 1937.

Una vez muerto, su cuerpo fue despreciado y echado por los fascistas a una fosa común en el mismo cementerio. Posteriormente, su suegro Federico Torrontegi, rescató el cuerpo sin vida de José Mari. A partir de entonces, comenzó el calvario para la familia. La viuda, Asunción Torrontegi Calvo, tuvo que esconderse de los fascistas y lo hizo durante una temporada en Espinosa de los Monteros (Burgos). Los bienes de la familia Angulo – Torrontegi fueron incautados por los golpistas y sufrieron todo tipo de penurias y vejaciones. Finalmente, la viuda de José Mari se trasladó junto a sus cuatro hijos a la casa de sus padres a Bilbao. A pesar de sufrir una situación dolorosa e injusta durante muchos años con motivo de la muerte de su marido, Asunción Torrontegi, jamás  inculcó ningún tipo de odio a sus hijos. Se dedicó a trabajar y a sacar adelante a la familia con honestidad.

A José María Angulo Arroitajauregi le acompañará para siempre la figura de defensor del pueblo y de la libertad. Ese debe ser su legado. Se lo merece. No te olvidaremos.

· Fuentes consultadas:

Durango 1936 Elkartea

Joseba Angulo Torrontegi

Juan Luis García Itxaso