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Al amigo Mariano Villa, a quien luchar le sabía a poco

I. Gorriti

Y la vida salió a pasear con al amigo Mariano. Tienen tantas cosas de las que conversar tras detenerse el corazón de nuestro compañero mugalari de Barakaldo el pasado domingo… Maren escribía columnas de opinión en este periódico y lo hacía con la esperanza por bandera, con lemas como ¡vivir a lo ancho!, apostando por «¡Qué es el rendirse si no se contempla». Utópico desde décadas pasadas, Villa usó espada y escudo; palabra y deporte; exploró sin fronteras para aprender qué es el cáncer y cómo afrontarlo, atacarlo, noquearlo… Luchar le sabía a poco.

MAREN MAREN

Maren y su hijo Iker en San Mamés.

Impartió charlas sabedor de que toda palabra en el momento preciso en la persona que escucha ensancha el alma, alimenta el sueño, el cariño, el futuro. Él estaba «totalmente de acuerdo con que las llamadas terapias alternativas no curan el cáncer, pero son terapias complementarias o integrativas». Con todas ellas se levantaba cada mañana con la máxima de P’Alante! P’Arriba!

Maren Villa Corbacho era un enamorado de su mujer Loli y de su hijo Iker, sus dos grandes e inmensas pasiones, sus pilares. Con la primera celebraba fechas atrás su unión desde 1988. El segundo es su astilla, cantante de grupos como Revolta Permanent y Herri Oihua, actor en diferentes proyectos como en el durangués Atara Zarata. Eran un matrimonio de tres.

Apasionado de la naturaleza, ha aprovechado hasta el último momento para pisar lugares no contaminados por las metrópolis: pueblos de Castilla y León, Bardenas… y como fue seguidor del Athletic, Maren sacaba fuerza -como él enfatizaba- para visitar San Mamés, como en 2012 viajó a la final de la Copa a Madrid. Y es que al amigo Villa también también le gustaba viajar: en Mugalari escribió un texto sobre su paso por los caracoles (comunidades) zapatistas de Chiapas, en México.

En la mitad de una vida, a sus 52 jóvenes años, hoy Maren queda en cada una de las personas que tuvimos la suerte de conocerle. Una suerte eterna porque como dejó escrito su hijo: «Ese señor del fondo, es el héroe más grande de todos».

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Loli, Maren e Iker.

Tiempo atrás dedicamos a Maren y Loli la siguiente canción Un beso de esos, de Zenet, y cada vez que la escuchamos nos remite a ellos (tres).

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