Los viajes de las dos familias kurdas refugiadas en Durango
Mugalari
Donde el corazón te lleve. Más que un título de película es un realidad palpable en la vida arriesgada de las dos familias refugiadas por el Ayuntamiento de Durango procedentes del Kurdistán iraquí y que quién sabe los caminos que han reventado.
Plataforma logística de Eroski, el jueves. · PHOTO · I. Gorriti
Poco o nada ha trascendido de su pasado más lejano ni dónde, por ejemplo, nació el bebé de 18 meses que hoy sonreía seguro y se le oía jugar en la vivienda municipal de la villa vizcaina. Más que curiosidad de saberlo es empatía. El matrimonio con dos hijos y una madre junto a otro menor tenían (mantienen) el horizonte puesto en el Reino Unido. Así lo han hecho saber. Quieren llegar hasta aquel país que ha acogido al resto de su familia. Sueñan, arriesgan su vida por la reagrupación. Por ello, no pensaron dos veces colarse al interior de un camión de la firma Fuentes. En un remolque frigorífico.
El camión frigorífico, primero por la izquierda. · PHOTO · I. Gorriti
· ¿Camino a Portsmouth? · El vehículo partía de Murcia e hizo noche en tierras valencianas. No ha trascendido en qué momento buscaron alojo en él. Ahora bien, puestas las miras en Gran Bretaña, buscaban ya sea la autopista francesa o como ocurriera en fechas recientes ir de polizones en el ferri que une Santurtzi con la localidad inglesa de Portsmouth.
La ertzaintza llega al muelle de Eroski en el que localizaron a las dos familias del remolque. · PHOTO · Mugalari.info
Dos agentes de la ertzaintza en el interior de la planta de Eroski. · PHOTO · Mugalari.info
Al parecer, el conductor se alarmó al encontrar en el camión una bolsa que no era suya. De ahí, miró en el interior del vehículo frigorífico y se encontró a un hombre tapado con una manta… y entre las cajas de chocolate, seis personas más, entre ellas los cuatro niños.
Una persona mira a la cabeza tractora y remolque en el que se ocultaron los kurdos. · PHOTO · Iban Gorriti
Tras ser descubiertos, se les trasladó al Punto de Atención Continuada (PAC) del centro de salud Landako de Durango. Los menores sufrían «principio de hipotermia y una de las madres mareos», según confirmaron in situ sanitarios a Mugalari.
Agentes de la Ertzaintza acompañaron al centro de salud Landako a los kurdos. · PHOTO · Iban Gorriti
A continuación fueron alojados en una de las viviendas que gestiona el Ayuntamiento de Durango y, tras descansar ayer, se sentían “agotados”, pero con júbilo: reían, bromeaban, jugaban, cocinaban, e incluso cantaban algunas canciones de su cultura. “Que no se nos olvide”, subrayaron desde la Diputación Foral, “que si quieren hoy mismo pueden buscar la frontera porque son personas libres”.
Momento en el que las dos familias salen del centro de salud. · PHOTO · I.G.
