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#MEMORIA · Einstein y su apoyo a los menores exiliados vascos de la Guerra civil

Iban Gorriti

El físico más famoso del siglo XX, Albert Einstein (1879-1955), tuvo constancia de un episodio político del mundo vasco e, incluso, dio protección a una parte de su comunidad: a la más indefensa cuando los Derechos Fundamentales saltaron por los aires detonados por el fascismo.

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El científico alemán, según desvela un libro estadounidense, auxilió a víctimas y personas que huían del totalitarismo de Hitler, Mussolini o Franco, entre ellas a los niños y niñas exiliados desde Euskadi a otros países durante la Guerra civil española.

De algún modo, el humanista nacido en Ulm extrapolaba su huida ante la amenaza del nazismo en la de aquellos menores que partidos de puertos como el de Santurtzi navegaban destinados a países en paz entonces como Gran Bretaña, Francia, URSS o Bélgica.

Otra referencia bibliográfica, en este caso de Thomas F. Glick, asegura que el alemán pudo visitar Bilbao -la publicación no lo confirma- en febrero de 1923, villa capitalina a la que le invitó la Junta de Cultura vasca aprovechando un viaje de una semana que llevó a cabo por Barcelona, Zaragoza y Madrid.

LIBRO PORTADA

· El expediente Einstein · La publicación titulada ‘The Einstein file’ (‘El expediente Einstein’) mantiene en inglés el enunciado siguiente: «Einstein prestó servicios en un comité de ayuda a refugiados centrado en niños refugiados vascos». El autor del libro es el periodista veterano estadounidense Fred Jerom, quien bosqueja al ‘padre de la física moderna’, como pacifista, socialista y un ferviente crítico del racismo.

El editor valora que desde que Einstein arribó a Estados Unidos en 1933 huyendo del nazismo, el FBI se dedicó a recopilar información sobre él para desacreditarlo y destruir su reputación. De hecho, la obsesión era tal que le siguió investigando después de su muerte.

El expediente que lleva su nombre registra más de 1.400 páginas, intentos de confirmar que el Premio Nobel de Física de 1921 era un «riesgo» para la seguridad de Estados Unidos. Fue el caso de J. Edgar Hoover, quien estaba ofuscado con el perfil de aquel judío que siempre se presentó como agnóstico.

Hoover (1895 – 1972) fue el primer director de la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos, FBI, en 1924. Siempre según la versión de Fred Jerome, Hoover casi se dejó la vida -murió de un infarto en la era Nixon- tratando de destapar que Albert Einstein, nacionalizado estadounidense, era un hombre «extensamente asociado a centenares de grupos pro-comunistas», así como un garante de auxilio «a los refugiados españoles» o «a un grupo de niños vascos, y al Comité de escritores exiliados», se lee en ‘The Einstein File».

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Hoover

El capo del FBI investigó, entre otros, a las Brigadas Internacionales de la Guerra civil española, de forma más concreta a la Brigada Abraham Lincoln, organizada en Estados Unidos, «por la ideología comunista de sus integrantes». A juicio de Hoover, Einstein también abrazaba este dogma, como otros perfiles famosos que investigó, caso del actor y director de cine Charles Chaplin o la actriz Marilyn Monroe, esta última por su matrimonio con el «comunista» Arthur Miller y por sus relaciones con los Kennedy, eternos rivales de Hoover.

Aunque nunca lo pudo demostrar, el director del servicio de inteligencia yanqui comenzó a investigar a Albert Einstein antes de que este viajara a Estados Unidos y lograra la nacionalidad del país norteamericano.

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· ¿Visitó Einstein Bilbao? · Einstein visitó durante una semana Barcelona, Zaragoza y Madrid en 1923, lo que pudo suponer un primer contacto con la realidad política del Estado bajo el mandato de Alfonso XIII, monarca que le recibió.

El libro titulado Einstein y los españoles: ciencia y sociedad en la España de entreguerras escrito por el también estadounidense Thomas F. Glick asegura que el Premio Nobel se marchó de Zaragoza, «no por Barcelona, sino por Bilbao» y que el 27 de febrero la Junta de Cultura vasca le dirigió una invitación al científico y hubo artículos en la prensa de Euskadi que sugirieron lo propio del hecho.

Eugenio Fojo animó a que el Ateneo de Bilbao organizara una serie de conferencias sobre la ley de relatividad «por el gran número de hombre de ciencia que hay en Bizkaia y por contar con una Escuela de Ingenieros Industriales».

El autor de este libro es Thomas F. Glick (Cleveland, 1939), profesor de historia medieval de la Universidad de Boston e hispanista. El americano escribió en 2014 un libro en inglés titulado ‘Einstein in Spain: Relativity and the Recovery of Science’.

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