David García, en la ‘cresta’ de la Soraluze – Bergara y de la Herri Krossa de Bilbao
Mugalari
· «A la Behobia – San Sebastián llego falto de kilómetros», admite el durangués
David García Gil ganó el sábado la decimosegunda edición de la Soraluze – Bergara del club Antxintxika. El de Durango nacido en Arrasate la ganó por séptima vez consecutiva, con un crono de 31, 17 minutos y entrando por delanta del elorriarra Aitor Mimenza y el durangués Oier Ariznabarreta, ambos del Durango Kirol Taldea.
García, conocido como Txiki, pertenece al club Durangaldea Running. Es además, el entrenador de June Arbeo, joven de Iurreta de 17 años que quedó segunda en la categoría absoluta femenina. «Es brutalo que una chavala de su edad entre segunda y además habiendo a entrenar más en serio este año», valora Txiki. A estos puestos hay que sumar un quinto puesto del durangués Txomin Marañón (Durangaldea Running) y séptimo el elorriarra David Rua (Durango Kirol Taldea).
· Siete de doce · David ha entrado en meta, por lo tanto, siete de las 12 ediciones de esta prueba popular. Él también ha sido primero en la Herri Krossa de Bilbao en las últimas cuatro ediciones. Este año podría celebrar la quinta ocasión. «Antes voy a la Behobia – San Sebastián y me veo con pocos kilómetros entrenados al haber estado organizando la Durangoko Gau Krosa. Ya veremos cómo la corro, pero para la Behobia me veo justo», valora.
García asegura no saber por qué se le da tan bien esta prueba. «Yo la corro muy a gusto y me gusta su circuito siguiendo el bidegorri del río. Son 10 kilómetros y mi pasado en pista puede que me ayude. Este año no las tenía todas conmigo al ver cerca a Mimenza y Ariznabarreta. Pero corrí de forma inteligente y me salió bien», valora.
· Climatología adversa · El durangués asegura que el cambio del tiempo también le beneficia. «Me gusta correr con mala climatología y esta carrera llega justo en ese tiempo del calendario. Eso y que notas a tanta y tanta gente animando que te vienes arriba», analiza.
Ayer, además, se cortó el pelo a modo de cresta para la ocasión. «Yo siempre digo que la vida es para divertirse y como era a las cinco de la tarde, me corté en casa después de comer. Cosas de estas te aportan una motivación extra. Te abstraen de la presión externa. Fue un puntazo que me dio para solo un día».
