Ostirala,
2024ko Maiatzak17

MugaKultura

loader-image
Durango
1:35 pm,
temperature icon 16°C
Humidity 89 %
Ráfagas de viento: 2 Km/h

EL CAMPURRIANO: «Tras 45 años de obra, me retiro con esta exposición»

I. Gorriti

· El artista abadiñarra se despide del mundo del Arte con la obra ‘Gibraltar’ en una exposición colectiva que se abre esta tarde en San Agustin Kultur Gunea de Durango

¡Suena el móvil! Es la inconfundible voz de El Campurriano. La distingo desde hace 25 años, cuarto de siglo desde que comenzara a publicar mis primeras entrevistas y él fue una de ellas, si no la primera. Desde hace cinco lustros siempre ha levantado el teléfono para anunciar alguna de sus noticiables obras escultóricas. La llamada de ayer fue la única diferente: «Me retiro tras 45 años de obra. Esta es mi última exposición». Suma 79 años.

El campurriano IBAN1

El Campurriano junto a su obra ‘Gibraltar’ en San Agustin. · PHOTO · I. Gorriti

Minutos después nos encontramos en el hall de San Agustin Kulturgunea donde personas mayores inauguran hoy una exposición colectiva hasta el próximo viernes. Abandonamos el interesante trasiego y nos sentamos en un banco al sol ante el Palacio Etxezarreta que atesora el Museo de Arte e Historia de la villa.

Mientras la vida pasaba ante nosotros dos, el abadiñarra Ángel Álvarez rebobina su vida, un nómada que siempre -físicamente y mentalmente- regresa a su Cantabria infinita e hidalgo cercano que narra con voz enigmática y dulce todo cuanto relata.

· «Hay que experimentar» · Su última obra es diferente al resto y tiene como tema Gibraltar. Se puede visitar en horario de tarde en San Agustín junto a los también interesantes trabajos de otros artistas de Durangaldea. «Es diferente porque hay que experimentar», enfatiza quien ha llegado a esculpir moles de mármol de tres toneladas. Recordado por sus matizados trabajos sobre el Guggenheim, el Athletic, la familia de Álvaro Domecq -«era íntimo mío», enfatiza- y recuerda que su primera obra fue la Sagrada familia de Gaudí, de 1.932 pieza. «Se la hice a mi mujer y puse en el centro la foto de la boda. Ella quiso comprar un marco y le acabé diciendo que se lo hacía yo», sonríe y resume: «Así empecé con esto, tontamente».

El campurriano IBAN

Ángel Álvarez sonríe junto al río Mañaria a su paso por el casco viejo de Durango. · PHOTO · I. Gorriti

Ángel Álvarez ‘El Campurriano’ -«mote que me puse yo mismo por mi origen cántabro»- cuenta con un libro que recorre su biografía. Ahora deja su pasión principal porque sus hombros, codos y muñecas están «fastidiados» de tanta actividad. Nació en Bolmir, municipi anexo a Reinosa. Y a los 16 meses llegó la tragedia al hogar familiar. «Mi padre murió en el Ebro cuando se le cayó encima el caballo que montaba. Había una crecida y se dispuso a ayudar a pasar el río a trabajadores que iban a La Naval. Cruzó a tres y volvió a por el cuarto. El caballo se desorientó y cayó sobre mi padre que se llamaba Ángel como yo y del que, claro, no guardo recuerdos».

· Regentó un bar en Eibar · De Bolmir fueron a vivir a Castrillo del Haya. Y estudió en Villacarriedo, Arija y Burgos. «Estuve en un seminario y yo era el último mono entre peces gordos», valora. Retornó a su pueblo hasta que fue a vivir a Torrelavega, a Vallejo de Orbó (Palencia) y de allí a Eibar, donde regentó un bar «en San Lorenzo». También residió en Valladolid.

En 1974 llegó a Abadiño, a Matiena, barrio en el que ha tenido abierta la famosa puerta de su garaje. El garaje del Arte. Carpintero encofrador de sus orígenes, fue autodidacta en la talla, escultura y alguna poesía. «Me he ido adaptando. Iba aprendiendo de mis propios errores. Ese fallo ya no lo volvía a cometer. Fui perfeccionando a base de eso», reflexiona quien fue nombrado personaje del año en unas fiestas de Matiena y premiado en casi una treintena de ocasiones.

El pasado 8 de septiembre cumplió 79 años. «Lo dejo porque no puedo. Si hago una obra más me dejará fastidiado. Me deja muerto. Desde que acabé la de Gibraltar he recuperado un 70% la tendinitis que tengo. Ya cuando era encofrador sufría mal de manos», relata y antes de despedirnos hasta el siguiente encuentro explica que estos días pasará por la exposición, pero quien quiera saludarle o conocer todos los matices de su última obra puede acercarse a San Agustín el próximo viernes que «allí estaré, de cinco a ocho», invita agradecido.

Tu publicidad se lee en Mugalari

SOLDE BANNER

 

 

Ayúdanos a crecer en cultura difundiendo esta idea.

Bilatu