80 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO MILITAR-CATÓLICO · Luis Ortiz Alfau: «Gernika fue horroroso, recogimos los muertos»

Iban Gorriti

El 13 de octubre cumplirá el siglo de vida y Gardel, si le conociera, diría de él que cien años no son nada. No se le notan y menos su memoria: intacta, vertiginosa en décimas de respuesta y calmada en el habla.

Luis Ortiz Alfau fue teniente republicano durante la Guerra civil y, antes, miliciano del batallón Capitán Casero de Izquierda Republicana. Trabaja en el Banco de Alimentos. Tiene Facebook. Meses atrás el periodista Jordi Évole le entrevistó para ‘Salvados’, programa de televisión de La Sexta. «Al día siguiente me llamó la jueza Servini, la de la querella argentina. Me aseguró que el Estado va a tratar de que yo no hable todo lo que quiero, que lo están poniendo difícil, pero ya no me callo».

Luis Ortiz Alfau. · PHOTO · Iban Gorriti

Ahora, ultiman su biografía. Podría estar en la calle el día de su cumpleaños. «Nací el martes y 13 de octubre de 1916. Mi mujer, en un portal 13. Vivo en un 13. Cuando me jubilé fui a Almería a pasar los inviernos y vivía en un 13. ¡Fíjate si el 13 tiene influencias en mi vida!».

Meses atrás le concedieron el premio René Cassin del Gobierno vasco, de Derechos Humanos. Este antifascista con 94 años se presentó para concejal en Bilbao en las listas del PSE. «Fue por mi hermano, socialista. Estuve repartiendo flores con Idoia Mendia», relata quien llegó a teniente del Ejército republicano. «Cobro pensión como sargento administrativo. Fui teniente pero no llegó al boletín oficial del Ejército. Siendo teniente del Regimiento de zapadores minadores del Sexto Cuerpo del Ejército en Barcelona mandé volar la carretera Seo de Urgell a Puigcerdá a mis hombres».

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Como combatiente del Eusko Gudarostea estuvo en los Intxorta y fue testigo del bombardeo de Gernika-Lumo. «Fue horroroso. Tuvimos que ir a recoger muertos. Todo en llamas. No conocíamos la guerra; éramos como futbolistas con ímpetu».

Le comunicaron a su madre que había muerto. «Tras estar en el campo de concentración de Gurs, vine preso a Deusto,  y le habían dicho que me habían matado en Gernika», explica quien coincidió con el icono anarquista Félix Padín y con el tótem comunista Marcelo Usabiaga.