ÓBITOS · FERMÍN AREITIO OLABARRI · Agur al zornotzarra amante de la Sociedad Ciclista Amorebieta y la fotografía
I. Gorriti
El pasado 30 de mayo cumplió 54 años. Por medio de la red social de internet Facebook agradeció a toda las personas que le felicitaron con el siguiente mensaje: «Para no dejarme a nadie en el tintero: Gracias a todos y sedme buenos». Dos semanas después, de forma inesperada, falleció el día de San Antonio, 13 de junio.
Fermín Areitio Olabarri era un hombre muy conocido en su querida Amorebieta-Etxano. Soltero, de profesión electricista y empleado de Talleres Eléctricos Ocer, era un apasionado del ciclismo y de la fotografía. Quienes le conocían bien coinciden en decir que era un hombre introvertido al que le gustaba estar acompañado.
Era el director del equipo cadete de la Sociedad Ciclista Amorebieta, constituida en 1948, miembro de la junta directiva de la entidad deportiva formada por ocho personas, y encargado de coordinar a los voluntarios en pruebas ciclistas de la agrupación y de los sistemas de transmisión de las carreras.
Todas las personas consultadas, asimismo, aseguran que era todo un trabajador, ejemplo. Así, lo estima también Ángel Ugarte, de la Sociedad Ciclista Amorebieta. «Le conozco de amistad desde hace alrededor de treinta años y puedo decir que ha sido un trabajador nato en todas las facetas. Mira, se puede decir, que cargos tuvo pocos, pero trabajar todo», enfatiza con aprecio hacia Fermín, con quien «he viajado muchísimo».
Las reacciones ante su pérdida no se hicieron esperar. Las redes sociales le echaron de menos desde el momento que se conoció la noticia. Tanto en su Amorebieta-Etxano, como en Euskal Herria, el Estado e, incluso, desde Bélgica donde tenía amigos.
Iñigo Larrucea le escribía con cariño: «Hoy hemos enterrado a un amigo. Yo como presidente del club estoy pensando que si no estás tú qué vamos a hacer». La entidad txirrindulari podría institucionalizar alguna de sus carreras como Memorial Fermín Areitio, pero la decisión está por acordar en el caso que se materialice.
Agustín Ruiz también aporta su reconocimiento. «Amorebieta-Etxano y Primavera son dos nombres siempre unidos cuando se habla de ciclismo pero que significan mucho más que tres meses de trabajo y dedicación donde Fermín fue siempre cabeza de pelotón. Allá donde esté ahora seguirá habiendo Primavera», proclama su amigo de la Federación Vizcaina de ciclismo.
Otro amigo de Areitio es Ibon Maguregi. «Se marcha uno de los nuestros. He salido con la bici a dar una vuelta: No he podido separar el pensamiento de la gran labor que Fermín realizaba: desinteresada y profesional. ¡Cuántos campeonatos, cuántos ciclocrosses, cuántos días, cuántas ‘Udabarris’,… En el ciclismo, para sacar profesionales necesitamos muchos ‘fermines’, si no es imposible. Donde estés anima a tus chicos, desde el primer cadete al profesional».
Agurtzane Elorriaga también lamenta su pérdida. «Le conocía de toda la vida. Se nos va un gran amante del ciclismo e incansable en su labor como miembro de la Sociedad Ciclista Amorebieta, aportando su sabiduría a los chavales».
El cantante Etxe califica el fallecimiento de «menudo palo». Él fue uno de sus discípulos: «Nos enseñó muchos valores, no solo deportivos, valores que en el futuro nos han valido en el día a día. Fue entrenador mío, de mis hermanos Zigor y Ander y mi sobrino Alex Gutiérrez. Fermín era una persona a escribir con mayúsculas», aporta Iñaki Etxezarraga.
Su otra gran pasión fue la fotografía. «Era un maestro del arte de la fotografía. Un gran perfeccionista. Había viajes que aprovechaba, por ejemplo, en Praga para ya de noche, en tiempo libre, ir a fotografiar la ciudad», explica Ugarte quien recuerda que precisamente una foto suya fue elegida para junio, «el mes que ha fallecido», en el calendario del organismo autónomo Ametx, sobre el concurso de bandas de calle Haizetara que se ha celebrado el pasado fin de semana.
El fotógrafo Peio Agirre, era amigo del zornotzarra en Flickr, y explica que Areitio creó un grupo en este sitio web de internet un grupo que llamó Euskal Herriko Argazkilariak. «Ahora mismo seremos unos 1.500 miembros, más o menos. Él solía convocar quedadas de fotógrafos y se liaban a hacer fotos. No le hacía ascos a ningún tema: deportes, paisajes…»
Un compañero de afición es Fernando del Valle. «Es triste que se te vaya un compañero de batallas así de repente, hemos compartido varias y resulta extraño que ya no volvamos a vernos». Y otro tanto de Ana Díaz: «La grulla no volverá a ser capturada con tu mirada, las libélulas con tu pasión ni las gotas con tu paciencia… Tu magia nos acompaña, buen viaje».
Como Fermín mismo escribió: «Para no dejarme a nadie en el tintero: Gracias a todos y sedme buenos».
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Etiquetas: Amorebieta-Etxano, Fermín Areitio, Sociedad Ciclista Amorebieta