La inentendible despedida del Gran Hotel Durango, de cuatro estrellas, a una Gran Madre Ainhoa, de cinco estrellas
Mugalari
· La familia duranguesa manifiesta que denunciará el caso por vía judicial «si hace falta. Vamos a por todas»
· Mañana hay una concentración de denuncia a las 18.30 horas en el exterior del establecimiento hostelero
El Gran Hotel Durango de cuatro estrellas ha despedido a su recepcionista Ainhoa Mendo, Gran Madre de cinco estrellas. La razón: solicitar una reducción de jornada para cuidar a su hija de tres años afectada por el Síndrome de Angelman, enfermedad catalogada como rara y por la que la pequeña aún, por ejemplo, no anda ni habla.
Desde el momento en el que la dirección del complejo hotelero le notificó el despido, las emociones han volado por los aires. «¿Cómo me siento? Son ya tantas las emociones que he pasado… Todas acompañadas de lágrimas, lágrimas de pena, de impotencia, y sobre todo de rabia», explica la duranguesa que ya anuncia que «iré a por todo, incluso, si hace falta por vía judicial».
Desde las 13.30 horas del 9 de mayo, una familia sufre. Caen en la cuenta de que no existe el tan ensalzado derecho de conciliación laboral y familiar. No ‘maridan’ las estrellas con los derechos. Dos días después, la dirección ofreció el puesto a otro durangués y este lo rechazó por lo que ahora es el jefe de recepción el que está haciendo su turno. Y además, existe ya una persona que trabaja en el hotel a jornada reducida.
· Haizea requiere de una persona · ¿Saben quienes le rescindieron el contrato qué padece la guapa de Haizea? Al menos, sépanlo ustedes que leen este reportaje: «Nuestra hija tiene 3 años y 3 meses. No anda todavía. No habla. Tiene medicación para las crisis epilépticas y sufre alteraciones del sueño. Requiere de una persona para todos los cuidados diarios y cotidianos y que le lleve a sus clases de terapia semanales. Tiene una discapacidad de 65 por ciento y es gran dependiente. ¡Nos necesita!», se emociona Ainhoa y pone los bellos de punta a quien le escucha: «Nuestra hija no llora, no nos dice lo que le duele, y cuando lo hace, salimos corriendo al médico».
En primera instancia, Ainhoa y la asociación Síndrome de Engelman dieron a conocer días atrás su problema por las redes sociales y la ciudadanía se volcó con madre e hija. Ayer, el sindicato LAB y la Asociación Síndrome de Angelman convocó una rueda de prensa para denunciar de forma pública la actuación del Gran Hotel Durango. Ainhoa y Haizea se sintieron arropadas por una docena de personas que quisieron estar a su lado. La primera conmovida; la segunda presente junto al aitatxo Luisma Reyes para apoyar a la amatxu (recuerden, la de las cinco estrellas). «¡No es justo mi despido! ¡No puedo aceptar! ¡Quiero mi readmisión!», reivindica a un hotel que hace gala de excelencia con una futura apertura de cocina asesorada por Martin Berasategui, que ultima su zona SPA y que trabaja en la apertura de una piscina en el exterior de edificio. «Después de tantos años, desde 2008, y en un día, la empresa a la que has sido subrogada,te dice adiós», lamenta Ainhoa.
· Despido «organizado» · Dede LAB califican el despido de organizado e inaceptable. «Todos los despidos son inaceptables, pero algunos son, además, socialmente sangrantes», manifestó Alfonso Aranguren, portavoz del sindicato abertzale. Desde la Asociación Síndrome de Angelman, Joseba Antxustegi, también solicitan su readmisión. «Desde la sinceridad, planteo su problemática con la empresa con el objetivo de causar el menor problema organizativo, ni por un instante se les ocurrió que algo semejante pudiera ocurrir. Solicitó la reducción de jornada por necesidad, no por capricho».
Mañana, jueves, hay una convocatoria de concentración ciudadana en el exterior del Gran Hotel Durango para solicitar que Ainhoa vuelva a formar parte del Departamento de recepción. Será a las 18.30 horas y con el apoyo de sindicatos y asociaciones. Un total de una decena ya ha dado su apoyo, y admiten nuevas adhesiones en los siguientes correos electrónicos: jantxustegi@gmail.com y a.aranguren@lab.eus.
Etiquetas: Ainhoa Mendo, Sindrome de Angelman