ALBA GUTIÉRREZ · «Soy la orgullosa amiga de Hamad, refugiado palestino que ha abierto una tienda de zumos en Bilbao»
Alba Gutiérrez
Llegó hace 10 meses procedente de una Palestina castigada por el 30% de paro y la brutal ocupación israelí que limita los movimientos de cada joven y amenaza sus vidas cada día. “Vivir en la calle era mejor que soportar la situación allí”, decía. Recaló con lo puesto y una sonrisa que cruzaba de lado a lado su cara.
Hamad tiene 29 años, y como tantos otros jóvenes de Oriente Medio, no ha encontrado otra solución que dejarlo todo atrás y huir de un conflicto político que parece no tener fin. Todo ello “animado” por las potencias occidentales y sus incursiones en los países limítrofes que no pintan un futuro demasiado esperanzador. Tuvo que pedir asilo en una España que, 3 meses más tarde se lo denegó, dejando a Hamad una vez más con lo puesto y en una situación de total indefensión.
Pero Hamad no tiraba la toalla. Nunca lo ha hecho. Quería estudiar castellano a pesar de tener dificultades para encontrar comida cada día. Quería aprender. Saber. Todo lo preguntaba. Absolutamente todo. ¡Quería trabajar! Pero ni siquiera tenía permiso para hacerlo de forma legalizada.
De pronto un día nos hizo partícipes de una novedad: “Mis padres lo han vendido todo y me han confiado el dinero, no puedo fallarles”, y nosotros, sus amigos, no podíamos más que echarnos las manos a la cabeza, porque nada auguraba un buen futuro a Hamad, por mucho que él lo intentase.
Lo tenía claro: quería abrir una tienda de zumos naturales. Zumos hechos por él mismo con ricas recetas de aquí y de allí, con menta, jengibre, miel y todos esos ingredientes que saben a Oriente. Desapareció 3 semanas, se pasaba el día del Ayuntamiento al Gobierno Vasco recabando toda la información para poder sacar adelante su sueño.
· Tienda inaugurada el pasado jueves · El pasado jueves inauguró su pequeña tienda de zumos naturales en Indautxu, donde los precios de los alquileres no le permiten tener un local de más de 7 metros cuadrados, por lo que los zumos se sirven para llevar.
Cada vez que voy le miro maravillada, por la fuerza, por la insistencia, porque lo ha conseguido, porque cada cliente que entra y al que Hamad recibe con una sonrisa que ni el poderoso Ministerio del Interior con sus zarpazos ha podido borrar, es una victoria para Hamad, para las personas migrantes y refugiadas de Euskadi, una victoria para Palestina, para Oriente Medio y sus habitantes que resisten hasta en la diáspora, a pesar de todo y de todos, y para mí, su orgullosa amiga.
Probablemente no estaré siendo objetiva y espero se me perdone, pero, si queréis cercanía, dulzura y el mejor zumo de todo Bilbao, Hamad estará encantado de recibiros en su local en Alameda San Mamés nº37, en Energy Zumo como él: pura energía y fuerza.
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